La Ruta del Chocolate un sendero hacia el Turismo Sostenible

El turismo es una actividad en ciernes en República Dominicana, aunque tenemos un polo aparentemente agotado, como lo es Puerto Plata, lo mismo le sucede a México con Acapulco, pero es cuestión de replantear la dinámica; aun nos quedan cinco o seis polos sin explotar.Hay que estudiar la demanda, hacia donde tiende el comportamiento de los consumidores turísticos de hoy y remozar nuestra oferta, los recursos con los que contamos están casi intactos, hacerlos sostenibles en el tiempo es parte de esa estrategia.

No solo por la supervivencia de la industria en nuestro país, sino por lo que implica esta actividad en términos de la lucha contra la pobreza y la obtención de los objetivos del milenio.

La doctora Margarita Cedeño de Fernández actual vice presidenta de la República, cuando ocupaba el Despacho de la Primera Dama, creó una colmena que trabaja con efectividad en el programa Progresando, que ahora con Solidaridad, cuenta con miles de familia en extrema pobreza viviendo en las zonas de mayor impacto turístico del país.

De esas familias, la mayoría son agricultores, por eso ella apuesta por el turismo que respeta el medio natural, cultural, social y los valores de una comunidad.

Estas acciones aportan una importante cuota para potenciar el desarrollo integral de la familia dominicana, imponiendo el rumbo a lo que debería ser una política nacional, incluyente y revolucionaria.

Este tipo de turismo se le puede imprimir el valor agregado de identidad nacional que tanto necesita dicha industria, brindándole la oportunidad al visitante de entrar en contacto con la cultura y la personalidad real del dominicano.

El que sale a otro país desea palpar las manifestaciones culturales autóctonas del pueblo que visita, porque eso es lo que enriquece su experiencia.

Por eso la nueva tendencia del turismo es de respeto al medio ambiente, lo que no quiere decir que se descarta el turismo de masas, el de resort, más bien hay que combinar ambos productos y sacar al turista de las instalaciones hoteleras; como lo están haciendo hasta ahora algunas empresas, que con esta acción agregan valor a sus ofertas particulares.

Pero volviendo al trabajo de nuestra Embajadora Extraordinaria de la FAO, desde el Programa Progresando con solidaridad trabaja con las familias de la provincia del milenio, El Seibó, en varios proyectos que redundaran en beneficios para esta gente y que pueden servir como soporte de ese turismo sostenible del que tanto se habla en los foros internacionales.

Los proyectos de agricultura orgánica, el de piscicultura, el de lombricultura y el de artesanía, que impulsan el desarrollo de nuestros artesanos y fortalece de manera muy especial nuestras manifestaciones culturales, son una fuente vital de generación de ingresos para las familias de esa zona.

Se espera que estas acciones, en esta nueva etapa sean diseminadas por todas las zonas con potencial turístico del país.

Así mismo los productos orgánicos dominicanos se han colocado en una buena posición en el mercado europeo, que los valora mucho y paga buenos precios por nuestro guineo  y el cacao criollo del cual sale el mas delicioso chocolate y así lo atestigua el mundo.

Nuestra vicepresidenta ha entendido la importancia de este fenómeno, y creo que es de las pocas personas que lo han percibido, ya que la tendencia del mundo actual es alimentarse sano, libre de pesticida y productos químicos, pero libres de inventos bioquímicos transgénicos, que vulneran los organismos de los consumidores.

Ante el auge del turismo en nuestro país, que ocupa la primera posición para la región del Caribe, aprovecha la oportunidad para crear alianzas con el sector turístico que le permita involucrar a esas poblaciones que antes carecían de esperanzas, a la gran maquinaria generadora de divisas como lo es el turismo.

Así se aprovecha el auge de los productos orgánicos para involucrar a los turistas que vienen a nuestros resorts, en una experiencia de contacto intimo con la naturaleza, donde viven junto a nuestros agricultores el proceso de cultivo del cacao, hasta el resultado final que es la producción del chocolate, en lo que se ha denominado "La Ruta del Chocolate".

El turismo como actividad económica toca diferentes aspectos de la economía, muchos se benefician de este ejercicio, se necesita mucha mano de obra para brindar los bienes y servicios que necesita el turista, de ahí la perspectiva que se tiene de este sector para enfrentar la pobreza en los países donde la industria se está desarrollando como el nuestro.

El grupo Rainieri, encabezando un nutrido equipo de tours operadores, en un acuerdo entre ASONAHORES, le dieron el espaldarazo a la Doctora Margarita Cedeño de Fernández en esta iniciativa de crear Rutas eco turísticas  que involucren a las familias Progresando con Solidaridad en el Seibó u otras regiones.

Esto permite que estas familias se identifiquen con la actividad y adquieran conciencia sobre la preservación de nuestros recursos naturales, porque la sostenibilidad del turismo nacional debe descansar sobre los hombros de las comunidades que bordean los espacios destinados para esta industria.

Históricamente los intereses particulares en nuestro país se han antepuesto a los de la mayoría, pero en este momento, una política agrícola tendente a fortalecer la producción orgánica, nos puede encarrilar por el sendero de la prosperidad incluyente.

La formación de clústers de pequeños agricultores, organizados en cooperativas para producir estos productos, beneficiaría a los sectores más empobrecidos de la nación, detendría la inmigración campesina hacia las ciudades, disminuiría la delincuencia, haciendo más seguro nuestro destinos turísticos y además le agregaría valor a la marca país  República Dominicana, para futuras promociones en el extranjero.