Espíritus Burlones

Observando los acontecimientos de la actualidad pienso que en nuestro país hay ahora legiones de esos espíritus actuando. Lea los periódicos, escuche la radio, vea la televisión y analice si tiene o no tiene asidero la aseveración del citado pensador.

También hay horrores que por comunes no se publican en las noticias, como son los vecinos que al regresar a sus casas, pasadas las tres de la mañana, permiten que las alarmas de sus autos se desgañiten y hasta resuenan las bocinas para que les abran el portón.

O los que no respetan hora ni lugar para encender sus equipos de música con tal volumen que hacen estremecer las puertas y ventanas de viviendas distantes más de medio kilómetro a la redonda.

O los graciosos que circulan por las calles anunciando a los cuatro vientos su falta de consideración hacia los demás con alto-parlantes en sus carros, y hasta algunos vendedores de toda clase de productos se dan el lujo de andar escandalizando en la ciudad sin ningún control.

O el simpático vecino que lleva su perrazo para que haga sus necesidades fisiológicas frente a la puerta del otro y se incomoda porque le llaman la atención.

O la linda vecinita que barre las inmundicias de su casa y las deja frente a la casa de al lado.

Y hasta ciertos supermercados que anuncian con bombo y platillos especiales y rebajas de precios de algunos productos pero cuando llegamos a caja, resulta que los precios están iguales o más altos, con el agravante de que nunca hay menudo para devolver.

Y así sucesivamente, cientos de motivos que revosan la paciencia y producen diversos sentimientos, todos negativos, que nos hacen hervir la sangre aunque seamos más pacíficos que Job.

Amables amigas y amigos, como nosotros siempre tratamos de ofrecer solución a los problemas que presentamos, aquí nuestra recomendación final es, que cuando usted se vea frente a cualquiera de estas tentaciones, respire profundo cinco veces y al ritmo de aquel éxito musical de tiempos idos cante: "Espíritu burlón, aléjate de mi! Espíritu burlón, aléjate de mi!"