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El incesto, el hermafroditismo y la homosexualidad en la cosmogonía religiosa y mitología de occidente

Se da por sentado, que la relación carnal entre parientes con fines reproductivos fue asumido como bueno y válido por la concepción judeocristiana de la multiplicación de la especie humana.

Todo empieza por el parentesco familiar entre Adán y Eva, ya que la primera fue creada a partir de una parte del cuerpo del otro, es decir, eran carne y espíritu de un mismo cuerpo original, lo que da lugar al entendimiento de que Eva, ayudada por el Creador, nació de Adán, por tanto eran parientes.

Igualmente queda sobreentendido que las primeras generaciones de la especie humana, según la misma visión cristina, serían el resultado de apareamientos o casamientos entre hermanos, primos, etc.

Del apareamiento entre Adán y Eva salieron Caín y Abel, y aunque uno mató al otro, Caín tendría hijos con alguna mujer, que se supone debió ser otra hermana suya.

Luego, en su plan de perpetuación de la especie humana, el incesto tuvo que haber sido moralmente aceptado y legitimado como parte de la creación del mundo.

Sin embargo, aunque existen muchas teorías sobre el asunto, aún no se tiene claro en qué momento del desarrollo humano se empezó a ver el matrimonio entre parientes cercanos como algo malo y pecaminoso, a no ser la creencia de que los descendientes podrían salir con deformaciones congénitas.

Otra explicación que se ha dado sobre el tema es la del hermafroditismo como medio de multiplicación.

En la naturaleza existen especies que tienen ambos sexos y que por tanto, se reproducen por sí solas, sin necesidad de la copulación entre una hembra y un macho, como ocurre con la Tenia o solitaria, una famosa lombriz que vive en el interior de otras especies, como la humana.

En el humano, hay también manifestaciones de hermafroditismo, es decir, personas que nacen con órganos sexuales masculinos y femeninos a la vez, aunque desarrollan siempre uno más que otro, pasando este a definir el perfil sexual del individuo, como sucede en Salinas de Barahona, donde abundan muchas personas con estas características.

Antes del cristianismo, el politeísmo griego concibió al primer ser humano como un andrógino, es decir, una especie de hombre y mujer a la vez que se reproducía a sí mismo.

Al respecto, los dejo con esta cita de Wikipedia:

"El término andrógino fue mencionado por primera vez por Platón, que en su obra El Banquete menciona a un ser especial que reunía en su cuerpo el sexo masculino y el femenino y/o masculino-masculino y femenino-femenino.

Según cuenta el mito, estos seres intentaron invadir el Monte Olimpo, lugar donde viven los dioses, y Zeus, al percatarse de esto, les lanzó un rayo, quedando éstos divididos. Desde entonces, se dice que el hombre y la mujer andan por la vida buscando su otra mitad.

Este mito daría explicación a la homosexualidad y heterosexualidad en la antigüedad ya que según el cuento también habría andróginos compuestos por lo que serían dos hombres y andróginos integrados por dos mujeres.

Muchas veces habrás escuchado una teoría que interpreta el amor como una fuerza que empuja a una persona a buscar su complemento psicológico en la relación de pareja con otra persona (su "media naranja")."

Este es un tema complicado del que habrá que seguir hablando, sin pasión y con un gran espíritu de apertura al conocimiento.

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