Por encima de los asesinatos, el desconocimiento al derecho a la vida y el golpeo sistemático de una sociedad verticalista, como la nuestra, hay un espíritu de superación en cada una de las mujeres dominicanas, muy en especial, las que trabajan poniendo su cuerpo como materia prima.

Hay quienes confundidos en sus erráticas posiciones pretenden confundir a los demás. Don Miguel Vargas, usted ha sido el gran perdedor de la justa electoral del pasado 20 de mayo.

Yo saludo efusivamente el esfuerzo que, a través de sus “tribunales judiciales”, está haciendo el gobierno por reventar al Partido Revolucionario Dominicano.