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¿Después de la marcha y el libro verde qué…?

Cuando un pueblo visualiza desconfianza en la administración de los recursos del estado y se organiza en masa para reclamar transparencia a las autoridades  de turno, es porque no está equivocado y busca que las cosas marchen en consonancia con las necesidades intestinas de los ciudadanos que durante décadas exigen a los gobiernos un mejor uso de las recaudaciones.

Los meses de enero y febrero fueron históricos para los dominicanos sensatos, consientes, dignos y con sentimientos patrios, porque se unieron como abejas en un panal, exigiendo el fin de la impunidad, que no sólo tiene sus raíces en los sobornos apadrinados por la empresa brasileña Norberto Odebrecht, sino que también concentró sus reclamos en la lucha contra la corrupción administrativa sin encontrar respuesta de la justicia.

También se congregaron miles de personas frente al palacio de gobierno, después de recorrer el país en busca de firmas del denominado Libro Verde, que el 22 de febrero les entregaron a una comisión impuesta por el presidente Danilo Medina, a fin de que designe fiscales independientes para conocer los casos de sobornos de la empresa Odebrecht.

Los objetivos de las manifestaciones de protestas rompieron el cerco de la violencia, porque se organizaron como pacifistas, contrario a los movimientos de años anteriores, aunque el propio gobierno con su parafernalia militar trató de desmoronar las exigencias de los manifestantes a favor del pueblo.

Todos reclamos esperan respuestas, sin embargo, al presidente Danilo Medina no le ha carcomido el corazón, ver al pueblo exigiendo transparencia en las calles, debido al mal uso de los recursos públicos, tratando con inmediatez los sazonados casos de corrupción puesto en el telón durante anteriores gobiernos peledeista, incluyendo el actual, donde las acusaciones sobre hechos dolosos son cada vez más sonoras.

La lucha contra la impunidad debe estar dirigida hacia la independencia de la justicia dominicana, escogida con intenciones proteccionistas por parte del gobierno encabezado por Danilo Medina, para favorecer a funcionarios corruptos que han cargado con miles de millones de pesos.

¿Después de la marcha y el libro verde qué…? si durante décadas inmemoriales los dominicanos han estado reclamando transparencia, mayor inversión en municipios y provincias y mejoras en los servicios públicos. Para los gobiernos es más importante contar con el favor de los políticos que le alaban en sus mítines y caravaneos reeleccionistas.

¿Después de la marcha y el libro verde qué…? si en los archivos de la Procuraduría General de la República, hay centenares de expedientes contra funcionarios de gobiernos perredistas, reformistas y peledeista, los cuales conoce al dedillo y no interfiere para que sean conocidos, lo que indica que son harinas del mismo costal.

¿Después de la marcha y el libro verde qué…? si el presidente Danilo Medina está al tanto de que en los gobiernos de Leonel Fernández, fue que se registró el mayor porcentaje de casos de sobornos por parte de Odebrecht y ha preferido callar aceptando una turbia negociación.

En definitiva, ¿después de la marcha y el libro verde qué…? si el gobierno no se ha interesado en responder a las organizaciones que con interés buscan salvar al pueblo dominicano de la maldición política que cada cuatro años es patrocinadora de la corrupción y el soborno.

Mientras en otros países ex-funcionarios y ex-presidentes tienen albergues en las cárceles, cumpliendo condenas por robos de los recursos del estado, en República Dominicana los funcionarios corruptos son la excepción.

El autor es Periodista

Vive en Estados Unidos

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Cuando un pueblo visualiza desconfianza en la administración de los recursos del estado y se organiza en masa para reclamar transparencia a las autoridades  de turno, es porque no está equivocado y busca que las cosas marchen en consonancia con las necesidades intestinas de los ciudadanos que durante décadas exigen a los gobiernos un mejor uso de las recaudaciones.

Los meses de enero y febrero fueron históricos para los dominicanos sensatos, consientes, dignos y con sentimientos patrios, porque se unieron como abejas en un panal, exigiendo el fin de la impunidad, que no sólo tiene sus raíces en los sobornos apadrinados por la empresa brasileña Norberto Odebrecht, sino que también concentró sus reclamos en la lucha contra la corrupción administrativa sin encontrar respuesta de la justicia.

También se congregaron miles de personas frente al palacio de gobierno, después de recorrer el país en busca de firmas del denominado Libro Verde, que el 22 de febrero les entregaron a una comisión impuesta por el presidente Danilo Medina, a fin de que designe fiscales independientes para conocer los casos de sobornos de la empresa Odebrecht.

Los objetivos de las manifestaciones de protestas rompieron el cerco de la violencia, porque se organizaron como pacifistas, contrario a los movimientos de años anteriores, aunque el propio gobierno con su parafernalia militar trató de desmoronar las exigencias de los manifestantes a favor del pueblo.

Todos reclamos esperan respuestas, sin embargo, al presidente Danilo Medina no le ha carcomido el corazón, ver al pueblo exigiendo transparencia en las calles, debido al mal uso de los recursos públicos, tratando con inmediatez los sazonados casos de corrupción puesto en el telón durante anteriores gobiernos peledeista, incluyendo el actual, donde las acusaciones sobre hechos dolosos son cada vez más sonoras.

La lucha contra la impunidad debe estar dirigida hacia la independencia de la justicia dominicana, escogida con intenciones proteccionistas por parte del gobierno encabezado por Danilo Medina, para favorecer a funcionarios corruptos que han cargado con miles de millones de pesos.

¿Después de la marcha y el libro verde qué…? si durante décadas inmemoriales los dominicanos han estado reclamando transparencia, mayor inversión en municipios y provincias y mejoras en los servicios públicos. Para los gobiernos es más importante contar con el favor de los políticos que le alaban en sus mítines y caravaneos reeleccionistas.

¿Después de la marcha y el libro verde qué…? si en los archivos de la Procuraduría General de la República, hay centenares de expedientes contra funcionarios de gobiernos perredistas, reformistas y peledeista, los cuales conoce al dedillo y no interfiere para que sean conocidos, lo que indica que son harinas del mismo costal.

¿Después de la marcha y el libro verde qué…? si el presidente Danilo Medina está al tanto de que en los gobiernos de Leonel Fernández, fue que se registró el mayor porcentaje de casos de sobornos por parte de Odebrecht y ha preferido callar aceptando una turbia negociación.

En definitiva, ¿después de la marcha y el libro verde qué…? si el gobierno no se ha interesado en responder a las organizaciones que con interés buscan salvar al pueblo dominicano de la maldición política que cada cuatro años es patrocinadora de la corrupción y el soborno.

Mientras en otros países ex-funcionarios y ex-presidentes tienen albergues en las cárceles, cumpliendo condenas por robos de los recursos del estado, en República Dominicana los funcionarios corruptos son la excepción.

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