Sabe Dios que por más admiración que sienta hacia alguien, jamás sería complice de fechorías contra el pueblo.

Sabe Dios que no creo en el hombre impoluto, perfecto, pero no por eso apañaría perversidades de nadie.
Sin embargo, las razones por las que este hombre está siendo llevado a la cárcel, son realmente ridículas, patéticas.
Tecnicismo legales que no soportarían ni un Regidor, Diputado o Senador de los nuestros o del continente.
Cuántos apartamentos, vehículos, joyas, tierras y esclavas sexuales habrán aceptado otros Presidentes?
Qué tal si sometieran al mismo escrutinio al Señor Temer, que por cierto tiene varios procesos por corrupción?
El cargo de "corrupción pasiva" es igual al tecnicismo usado para destituir a la Presidente Dilma.
No se atreven a someter a Lula, como tampoco a Dilma, por corrupción al peor estilo latinoamericano.
Porque Lula y Dilma representan el honor, el decoro, la esperanza de millones de Brasileños como ellos.
Su origen, su fragua, sus valores no les permiten pervertirse a los niveles que sí lo hacen quienes les acusan.
Esta contra Lula una clara trama del poder sin rostro, pero con garras, que no le perdona a Lula haber ido tan lejos.
No le perdona al hijo de una lavandera, a un obrero metalúrgico, a uno de los de abajo, haber llegado tan alto.
No le perdona haber devuelto la esperanza a 40 millones de invisibles como era El antes de llegar a la cúspide.
No le perdona haber llegado a ser uno de los Presidentes más grandes de la historia latinoamericana.
No le perdona haber intentado hacer del BRICS el mayor mercado del mundo, sin la USA ni la CE.
No le perdona ser ejemplo para millones de hombres y mujeres que de la pobreza pueden llegar a cambiar el mundo.
LULAMENTO mucho, no tanto por el propio Lula, sino por nuestro pobre y sometido MUNDO.