El mecanismo de bancarrota desatado bajo el principio de economía que nos dice que si la gente o los accionistas se enteran o creen que si por alguna razón las políticas económicas en ejecución no van bien, desestabilizando la estabilidad del costo de producción y ganancia entonces se desataría una crisis especulativa. Las transacciones serían bajo un pánico generalizado que terminarían afectando las decisiones de compra y venta en la bolsa de valores, haciendo cumplir el axioma de que las creencias pueden llevar a efecto una crisis.

La interconexión de los mercados, entrelazados ahora en la globalización por medio del capital financiero, permite un contagio inmediato de un sector de la economía al siguiente y dentro de un mismo mercado. Tan así que la cobertura mediática de los incidentes acaecidos en las minas de Sudáfrica hace varias semanas llevó a la compañía Gold Fields a caer 15 puntos y afectó a otras subsidiarias Seniors como Barrick Gold que venían enfrentando un déficit. Operaciones que no resultaron como planeaban elevaron el costo de producción de la onza de oro a casi el doble durante este último año. Sus acciones iban en picada de costar casi 50 puntos, a caer a 31 llevando a cerrar su sociedad con Nova Gold que fue de inmediato a la quiebra y a tener que vender el 74% de una de sus operaciones de África a China Gold.

Para mantener la confianza en sus inversionistas ante la opinión pública Barrick Gold y China Gold acordaron sobre valorar el precio de las acciones de oro para estabilizarla a casi 40 puntos. Hoy Noviembre 23 del 2012 ha vuelto a caer a 32 puntos, casi empatando su promedio más bajo de 31 puntos desde que casi colapsan y fueron salvados por China. La razón de esta nueva debacle que puede tener consecuencias insospechadas para bien o para mal debido a la intricada red de posibilidades especulativas que ocurre en este mercado, se debe al contagio que China, el máximo comprador de deuda en el mundo ha adquirido. China ha detenido su ritmo de crecimiento económico y le está haciendo entrar en recesión y en contradicción con su propia población a la cual le pretende implantar una reforma fiscal. Occidente espera de China otro milagro económico de crecimiento.

No se necesita tomar los medios masivos de comunicación sino hacer que esta información real de un factor de tan alto de inversión riesgo llegue al conocimiento de los accionistas, que una vez enterados retirarían su capital de este mercado desatando el axioma enunciado. Propongo que creemos una actividad mediática microscópica y selectiva, la cual pueda penetrar a través del tejido bordado del cerco mediático de masas creado por el gran Capital de Barrick que vaya dirigida a esos accionistas que como en el caso de Gold Fields en Sudáfrica. Retirarían de este modo sus intereses a otra actividad del mercado, que espero sea aquella de la tierra y en secuencia con lo planteado en Estados Unidos el  Banco Interamericano de Desarrollo (BID) anuncia "que se creará un fondo de inversiones en América Latina y el Caribe en colaboración con China, dotado con 1.000 millones de dólares y enfocado a proyectos de desarrollo sostenible". Siempre y cuando esa sostenibilidad sea una basada en la tierra, exploremos de manera simultánea estas opciones.