Los discapacitados y su realidad en la sociedad

La discapacidad, según la Clasificación Internacional de Funcionamiento y  Salud (CIF) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), es "toda limitación en la actividad y restricción en la participación, que se origina en una deficiencia que afecta a una persona en forma permanente para desenvolverse en su vida cotidiana dentro de su entorno físico y social".

En República Dominicana este tema ha sido medido de forma limitada a través de algunos de los Censos Nacionales de Población y Vivienda, así como de algunas variables incluidas en las encuestas de salud  y mediante la sección sobre discapacidad infantil incluida en la encuesta nacional de hogares de propósitos múltiples (ENHOGAR 2006).

La realidad es que persisten aún limitaciones en información estadística sobre la población discapacitada, debido a la inexistencia de un sistema de información que permita disponer de datos actualizados y que posibilite un conocimiento más profundo sobre la situación de esta población.

Las personas con discapacidad se encuentran dentro de las más pobres entre los/as pobres del mundo, viven excluidos/as de los bienes y servicios de la comunidad a  los que tienen acceso la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas del país.

Las personas con discapacidad están entre las más excluidas de las excluidas, las violaciones a los derechos humanos (civiles, políticos, económicos, sociales y culturales) han sido tan invisibilizados como las mismas personas que viven con una discapacidad. La situación de exclusión social y económica y de discriminación en casi todos los aspectos de la vida ha generado un círculo vicioso.

Sumado a la necesidad de romper con esta invisibilización sistemática, en el país aún hace falta una mayor implementación de mecanismos de inclusión de las personas con discapacidad en la educación. Estas exclusiones se evidencian en prácticas tales como el rechazo a niños y niñas en los niveles primarios de la educación por el hecho de vivir con una discapacidad; la falta de diseños arquitectónicos para el desplazamiento en los centros de enseñanza públicos y privados; el reducido número de personas educadoras que manejen el lenguaje de señas; así como la casi nula implementación del sistema Braille.

Nuestro pueblo de Jarabacoa no escapa a esta realidad horrenda que viven los discapacitados ya que solo tenemos que mirar a nuestro alrededor y ver de cuantas de las formas mencionadas anteriormente son victimas las personas que cuentan con alguna discapacidad y sobre preguntarnos, qué se está haciendo a nivel del gobierno local para que eso cambie?, qué se está haciendo a nivel gubernamental paraqué  todo eso cambie y podamos tener una comunidad que pueda insertarse en el desarrollo productivo de nuestro país.

Con rampas para acceso a edificaciones educativas, recreativas, hoteles, restaurantes, baños especiales, acceso al deporte, parques lugares públicos y privados sin que se le violen sus estacionamientos ni areas especialmente diseñados para ellos.

Datos preliminares de la Encuesta Nacional de Hogares y Propósitos Múltiples (ENHOGAR 2013) arrojan que el 7 % de la población de República Dominicana tiene algún tipo de discapacidad y el 66 % no trabaja, siendo los problemas visuales la principal afección con 268,594 aquejados.

Después de la visual, la segunda dificultad que afecta esta población es la discapacidad permanente para caminar, con 228,808 personas, y la tercera es la permanente para levantarse, con 165,792. En cuarto lugar está la intelectual y en quinto de los brazos.

El 74 % de los personas con discapacidad vive en la zona urbana.

Pero a pesar de esta realidad organizaciones y personas hacen esfuerzos en tener incluso una legislación que pueda encargarse de considerar a este importante sector de nuestro país, rechazado, burlado, excluido y muchas veces maltratado por nuestra sociedad como son los Discapacitados de tener una vida normal con acceso a las infraestructuras, a la educación, a diversión, la protección ciudadana y pondré el ejemplo de la señora Mary Pérez Marranzini que durante más de 50 años tiene como objetivo principal atender a personas que padecen algún tipo de discapacidad, sin importar si tienen o no dinero.