Anteriormente, era habitual que se construyeran muros para ocultar esos bolsones de miseria que existen en todas nuestras ciudades y que ‘afean’ y afectan la imagen de orden y opulencia que los gobiernos quieren proyectar ante el turismo, o que molestan a los vecinos de clase alta o media alta, en cuyos entornos se emplazan. A estos muros le llamamos ‘’muros de la vergüenza” porque nos avergonzamos de mostrar la realidad tal cual es y cómo es más fácil y económico tapar la pobreza que combatirla, se opta por lo primero.