Autoridades defienden incursión policial en la UASD

Así lo ratificaron, los miembros del Consejo Universitario y el presidente de la Comisión Central Electoral (CCE) de la UASD, durante una rueda de prensa conjunta en el Salón del Consejo Universitario, en la que además calificaron de bochornosos y sin precedentes en los anales de la academia, la balacera, la quema de vehículos y la agresión física contra personal del centro de altos estudios perpetrados por "estudiantes e individuos ajenos a la academia".

"La máxima autoridad en la UASD es el Claustro Universitario. Y la expresión escrita de esa máxima autoridad es el estatuto Orgánico", proclamó el presidente de la CCE, Enerio Rodríguez.

Rodríguez calificó como un grave atentado contra el co-gobierno universitario, pretender desconocer las medidas tomadas por el Consejo Universitario, con actos destructivos de propiedades públicas y privadas, como las perpetradas el pasado viernes por estudiantes y personas ajenas a la UASD.

"En cuanto al hecho siempre indeseable y odioso de la intervención de la fuerza pública en la UASD, es mi deber señalar que el artículo 38, literal P, faculta al Rector a llamar en auxilio de la fuerza pública, en caso de que la seguridad personal de los universitarios y universitarias y los bienes de la institución se encuentren en peligro",  puntualizó Enerio Rodríguez.

Advirtió que quienes no respetan las reglas establecidas en el Estatuto Orgánico de la UASD para lo que hacen vida en la academia, deben estar conscientes de que están conspirando contra la autonomía del centro de altos estudios y su sistema tripartito de co-gobierno.

"Cualquiera de los sectores que integran la comunidad universitaria que no esté de acuerdo con una decisión tomada por uno de los organismos estatutariamente facultado para ello, debe apelar a los recursos que el propio Estatuto Orgánico pone a sus disposición  para hacer las reclamaciones que consideren de lugar", detalló el académico de larga data.

El presidente de la Comisión Central Electoral, abogó porque la apelación a la fuerza para desconocer  las decisiones de los organismos competentes de la universidad, deben ser desterradas como método de reclamación.

Posición del Consejo Universitario.

En nombre del Consejo Universitario el decano de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura José Joaquín Reyes Acevedo, leyó un documento, en el que se establece que las medidas tomadas por las autoridades de la UASD responden al imperativo de garantizar la cobertura y calidad de los procesos académicos e institucionales del centro de altos estudios.

Apunta que el Consejo Universitario se vio compelido a realizar un reajuste a las tarifas debido al de incumplimiento de la Ley 57-78, que otorga un 5% del presupuesto nacional para la UASD.

Dijo que las mismas "no buscan, de ninguna manera, privatizar la universidad, ni lanzar por la borda el derecho a una educación pública, gratuita y de calidad y tal y como lo consagra la Constitución de la República".

"Tampoco busca excluir del sistema de educación superior a los estudiantes más pobres y vulnerables, que tienen en la UASD su única opción para formarse como profesionales y alcanzar la movilidad social anhelada", sostuvo Reyes Acevedo.

En ese sentido, dijo Reyes Acevedo, que  las autoridades de la academia gestionarán ante el Ministerio de Educación Superior la asignación de becas o tarjetas de solidaridad focalizadas en los bachilleres que califiquen para recibirlas. Además,  se le concederá a cada estudiante que no disponga de recursos para hacer el aporte de la reinscripción y lo solicite, un crédito de inscripción automático, con vocación a convertirse en beca de reinscripción, previa evaluación.

Reyes Acevedo, dijo que el Consejo Universitario reconoce el derecho a la protesta pacífica y organizada, pero no tolera el irrespeto a la autoridad y a la ley, que se puso de manifiesto en la ocupación de las oficinas de la vicerrectoría administrativa, ni la agresión y los vejámenes de que fue objeto el Consejo Universitario en la pasada graduación celebrada en San Francisco de Macorís.