Regidor denuncia "una temible banda criminal" dirige el ASDE

El desfalco patrimonial del Ayuntamiento Santo Domingo Este,  por parte del Alcalde Juan de los Santos y de prominentes funcionarios de su entorno, mediantes diferentes formas y prácticas de corrupción, ha sido  tema de otros trabajos publicados en este mismo medio. Hoy estas prácticas se han trasladado. Ya no solo menoscaban el patrimonio del municipio, sino que, tras cruzar los linderos, ya alcanzan a los vecinos del municipio.

La más reciente modalidad de corrupción descubierta consiste en la contratación por parte del alcalde, grado a grado, sin licitación y sin conocimiento ni autorización del Concejo de Regidores, de una compañía  de abogados, la cual estaría integrada por parientes muy cercanos a prominentes funcionarios del ayuntamiento. Se dedica a trabar embargos por onerosas sumas de dinero. Este abuso de poder lo hacen con manifiestos propósitos extorsivos.

Eso ocurre, como las demás prácticas de corrupción, ante la mirada indiferente y cómplice del Concejo de Regidores,  del cual yo soy parte. El Concejo, conforme previsiones constitucionales y legales está obligado a fiscalizar y reglamentar las actuaciones de la administración; pero en mi ayuntamiento, esas funciones y prerrogativas las compró el alcalde.  Los políticos vamos a buscar dinero a los puestos públicos y allí todo parece estar en el mercado. Hasta la dignidad tiene su precio.  Pero esta parece regirse por una inversa ley de oferta y demanda: Cuando menos dignidad, más barata. Por eso valemos menos que una prostituta de paso. A ellas que me excusen por la desafortunada comparación.

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Las familias y empresarios de nuestro municipio, están siendo extorsionados por el Ayuntamiento. El producto de esas prevaricaciones no va a las arcas municipales. Algunos particulares se llenan los bolsillos, aun cuando los cobros son legítimos lo hacen los empleadores y funcionarios municipales.

Sobre Alibabá y los 40 Lodrones, que es el apelativo que mejor les viene, ya les expliqué, en trabajos anteriores, como, mediante una licitación de chatarras, algunos funcionarios se robaron varios camiones compactadores. Ahora los usan para venderles servicios de recogida de basura al municipio.

También les dije que un funcionario del anillo de Alibabá tiene, mediante testaferros, una compañía que da servicios de recogida de basura. Le explique que Alibabá le firmo un contrato de complicidad, grado a grado, sin licitación, y sin aprobación del Concejo Municipal. A esa compañía el señor Alibabá le contrata camiones, pagados con fondos municipales, para  que le apilen la basura en un punto denominado transfer, desde el cual ella la lleva al peso en el vertedero.

Los propietarios de esos camiones recolectores, recuerden que también les dije,  cobran 2 mil 500 pesos por tres viajes al transfer. Mientras un funcionario de la extrema confianza de  Alibabá en un camioncito destartalado, a nombre de un sobrino, mediante un contrato ilegal recibe 12 mil pesos por un solo viaje.

No recuerdo si les dije que al municipio le siguen robando cientos de millones de pesos colocando las mismas obras en  presupuestos anuales sucesivos. Lo que si recuerdo que les dije que el mismo funcionario de la compañía recolectora de basura,  aspirante a diputado y asistente de Alibabá, por más señas, legalizó tres ferreterías, así elabora las tres cotizaciones de rigor y le vende cualquier cosa al ayuntamiento, al precio de sus cotizaciones.

Del edificio del palacio municipal si le he hablado mucho. Les he dicho que contratamos la construcción de un edificio de cinco niveles, en concreto armado y con perfiles metálicos,  por menos de 213 millones. El edificio lo hicieron de cuatro niveles. No es de concreto en su totalidad y no tiene los perfiles metálicos. En el tamaño lo redujeron en un 20 por ciento.

Si recuerdan bien les dije que además, de todo eso, ahora el honorable señor alcalde, a escondida e ilegalmente, le dio, del dinero de los contribuyentes, otros 150 millones de pesos adicionales a sus socios de la compañía que lo construye.  Como nosotros los regidores, y me incluyo, le vendimos al alcalde las funciones y prerrogativas del Concejo, y cada año le vendemos el bufete directivo  del mismo, somos cómplices de todo eso, y como Alibabá, también podemos caer presos por integrar la corte de los 40 Ladrones.

Hay que recordar que de ese dinero prevaricado en la alegada construcción del edificio que alojará el palacio municipal, 300 millones de pesos fueron tomados prestado para pagar más de 600 millones en diez años. Por eso, ese edificio, que no cuesta ni 100 millones de pesos, le va a costar más de mil millones al municipio. Ese préstamo fue ilegal por más de 20 razones. Quien suscribe demandó la nulidad del mismo y eso aún no ha sido decidido por los tribunales, pero ya el préstamo se ejecutó en complicidad del estatal Banco de Reservas y del   gobierno central.

Alibabá pagó casi 50 millones de pesos para limpiar el solar donde se construye el edificio, cuestión que debieron hacer los constructores,  y firmó un adendum por 50 millones más para la empresa que lo construye, todo en secreto e ilegalmente. Contrató, porque la ley lo obliga, una compañía supervisora de la obra;  pero lo hizo después que limpiaron el solar.  Nadie puede explicar en que se invierten  2 mil 400 millones cada doce meses en nuestro municipio.

Alibabá, como los dictadores,  tiene que morir en el gobierno. Está condenado a que su partido se mantenga en el poder. Porque al día de hoy, por los múltiples  crímenes y delitos de prevaricación, cohecho y concusión, cuyas pruebas yo tengo, él tiene un pie dentro de la cárcel,  junto a algunos de sus más cercanos colaboradores.

Por esos crímenes y delitos ellos tienen  una sola forma de evitar ir a la cárcel. No muy lejos existe un precedente sobre cómo evitarlo. Podría estar en el municipio de Bayaguana. Allí, a un alcalde se le acusa de haber asesinado, a manos de sicarios, a un regidor que, como yo, se oponía al desfalco. Ese alcalde está preso, pero no por ladrón.

El edil de Bayaguana, como todos los alcaldes en la actualidad guardados en prisión,  es campesino y pobre. En el presente caso, el campesino y pobre soy yo. Por mí muerte a nadie meterían preso, y menos aún a mis adversarios, que son muy ricos y poderosos. Sé que constituyen una temible banda criminal; no olvido que uno de dos generales puestos en retiro por presuntos vínculos con la banda de tráfico internacional de drogas, del capo boricua Figueroa Agosto, fue traído como jefe de seguridad al municipio y por mi oposición ese general se hace representar por un testaferro con rango de coronel.

Cuando me juramenté como regidor, vestido de blanco,  luego de visitar la estatua del primero entre nuestros padres de la patria,  Juan Pablo Duarte,  me pusieron a jurar  "cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes", y cumpliré mi juramento, cuésteme lo que me cueste. Por eso ya no voy a esos actos, donde  hasta las flores que le llevan a Duarte la compran con dinero mal habido.  La suerte está echada, que hagan lo que quieran.