Abogado advierte restablecer reelección quebraría el legado democrático de Juan Bosch

El abogado y profesor universitario Namphi Rodríguez advirtió que forzar a una reforma constitucional con el único objeto de reintroducir la reelección presidencial quebraría el principio democrático que ha sido la fuente de las dos enmiendas a la Carta Magna que propiciaron Juan Bosch y Leonel Fernández.

Rodríguez, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Católica Santo Domingo (UCSD) y presidente de la Fundación Prensa y Derecho, rechazó la pretensión de sectores que propugnan una convocatoria a asamblea revisora para restablecer el continuismo presidencial.

Adujo que esos sectores no comprenden el alcance del legado histórico de Bosch, quien nunca se prestó para auspiciar una reforma para "lucrarse personalmente" en detrimento de los valores democráticos y de la seguridad jurídica.

"Bosch se inscribe en una tradición liberal y institucionalista que hereda de los fundadores de la República y del presidente Espaillat y a la  que se contrapone al pragmatismo desinstitucionalizador de Santana, Baéz, Lilís, Vásquez, Trujillo y Balaguer", adujo.

Recordó que el ex presidente Fernández "se mantuvo fiel a esa tradición del constitucionalismo liberal que encarnaba Bosch al rechazar reformar la Carta Sustantiva para hacerse un traje a la medida en el año 2000".

"Ese hubiese sido un acto políticamente contradictorio, puesto que si se hubiera plegado a los intereses del momento, hubiera negado a Bosch y se hubiese expresado como un caudillo autoritario y mesiánico que trata la Constitución como un pedazo de papel", añadió Rodríguez.

Dijo que ese comportamiento hubiese conchado el regreso al poder de Fernández cuatro años después.

Puntualizó que una cosa muy diferente sería que la propia Constitución permita la repostulación del gobernante de turno, como pasa en el sistema presidencial norteamericano, "en cuyo caso es legítimo que se hable de reelección porque no se utiliza la Carta Política como un instrumento de las apetencias del momento."

La Complejidad de la reforma y los cantos de sirenas

Namphi Rodríguez recordó que el mecanismo de reforma constitucional instituido en la último enmienda del año 2010 hizo más compleja la reforma a la Carta Política porque se requiere de por lo menos cinco leyes que son preceptivas.

En ese tenor ponderó que actualmente no es posible hacer una reforma constitucional para modificar el modelo de presidencialismo dominicano, puesto que la Constitución establece que esa enmienda debe ser ratificada por pun referendo aprobatorio reglado por una ley orgánica que no ha sido sancionada por el Congreso.

Citó que los artículos 210 y  272 de la Constitución establecen que cuando las reformas versen sobre aspectos fundamentales del ordenamiento político deben ser ratificadas por un referendo especial que sólo se puede convocar en virtud de una ley preexistente que regule el procedimiento.

"Para ese tipo de reformas debe existir previamente una ley que regule el referendo aprobatorio, que es un referendo especial que ha de convocar la Junta Central Electoral 60 días después de la reforma constitucional y al que debe concurrir por lo menos el 30 por ciento de los ciudadanos inscritos en el registro electoral", puntualizó.

Añadió que eso sería someter la sociedad dominicana a un estrés institucional y político que acarrearía un clima de incertidumbre económica y de prácticas corruptas para la compra de voluntades de los actores del sistema político y de los electores.

Rodríguez recordó además que en la especialidad del sistema electoral dominicano no es permitido hacer reformas en los años preelectorales.

Recordó que el Presidente tiene el desafío de fortalecer el sistema democrático   y propiciar la aprobación de  una ley de partidos, una ley marco de referendo y modificar la Ley 275 de 1997, sobre el Sistema Electoral.