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La degradación y desertificación de la tierra, amenaza mundial

En 1987, la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y Desarrollo (WCED) definió el Desarrollo Sostenible como el proceso destinado a satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones de satisfacer a su vez sus propias necesidades, o sea sostener el bienestar de los seres humanos a través del tiempo. Este concepto establece como condición esencial que las acciones que se tomen ahora y tengan repercusiones negativas en el futuro de los seres humanos, deben asociarse con formas de compensación para el futuro. Esta compensación implica la transferencia del capital de base de las actuales a las futuras generaciones.

Por Donato Tejada / Coronel (C B)

Estos  Capitales son:

1- Capital natural - la tierra, el agua, el aire, el material genético, los ecosistemas.

2- Capital humano - el conocimiento, la ciencia, la cultura, la salud, la nutrición.

3- Capital institucional - las escuelas, las universidades, las organizaciones de investigación, las infraestructuras.

4- Capital social - democracia, buen gobierno, derechos civiles, equidad, y armonía social.

Este manejo Sostenible de la tierra es contrario a la degradación de la tierra, que se define como toda forma de deterioro del potencial natural de la tierra que afecte la integridad del ecosistema porque merma su productividad ecológica sostenible o  su riqueza biológica autóctona y el mantenimiento de su capacidad de recuperación.

Esta degradación tiene efectos adversos sobre la integridad ecológica y la productividad de unos 2,000 millones de hectáreas, es decir el 23% de las tierras utilizadas por el hombre. Las zonas agrícolas, tanto como  las tierras secas y bosques, son las más gravemente afectadas por la degradación. Abarcan aproximadamente una cuarta parte de la superficie terrestre total del mundo y producen el 95% de las proteínas de origen animal y vegetal  por consiguiente el 99% de las calorías que consumen los seres humanos. Durante los últimos 50 años unos dos tercios de las tierras agrícolas han sufrido degradación en cierto grado.

En la Cumbre Mundial Sobre el Desarrollo Sostenible, celebrada en septiembre de 2002, se reafirmó que la degradación de la tierra era uno de los principales desafíos del  medio ambiente mundial y el desarrollo sostenible en el siglo XXI, y se pidió que se adoptaran medidas para"...hacer  frente a las causas de la desertificación y la degradación de los suelos con el fin de conservar y recuperar  las tierras para así luchar contra la pobreza resultante de la degradación del suelo".

En la cumbre se destaco también que "el manejo sostenible de los bosques, tanto naturales como plantado por el hombre, para aprovechar sus productos madereros y no madereros es indispensable, de esta forma lograr el desarrollo sostenible que constituye un medio importante de erradicar la pobreza".

La eliminación del problema de la degradación de la tierra, por lo tanto, aportaría una contribución significativa al logro de los objetivos del milenio de reducir a la mitad la proporción de personas que viven en la pobreza y de asegurar la sostenibilidad del medio ambiente. La degradación de la tierra tiene efectos ecológicos porque ocasiona la alteración de los ciclos biológicos, ecológicos e hidrológicos de los sistemas y concluyen en lo que se denomina desertificación, o sea suelo no apto para cultivar.

Pero también tiene efectos socioeconómicos porque pone en riesgo la subsistencia de aquellos que dependen  de esos medios degradados. Según el Fondo para el Medio Ambiente Mundial se estima que está en peligro la nutrición de 1,000 millones de personas en países en desarrollo.

Esta institución establece como las causas principales de la degradación de la tierra su explotación inadecuada, principalmente las prácticas agrícolas insostenibles, el sobre pastoreo y la deforestación. Estas prácticas son más comunes en lugares en que la tierra, el agua, y  otros recursos naturales están infravalorados.

Además las personas que no tienen seguridad sobre la tenencia de la tierra o los derechos de agua no tienen incentivo para invertir en el manejo sostenible de la tierra, y suelen preocuparse más por la satisfacción de sus necesidades económicas a corto plazo en detrimento del medio ambiente, lo que nos lleva a concluir que un gran porcentaje, de la degradación de  los recursos naturales tiene su raíz en la pobreza y la falta de oportunidades.

Sobre el autor:

Diplomado Seguridad Ciudadana / Diplomado Educacion Ambiental / Acreditado Seguridad Social

Fuente: Proyecto "Demostrando el manejo sostenible en el sistema de cuencas altas de la presa de Sabana  Yegua en Azua". (Sur-Futuro, PNUD-SEMARN-FMAM).

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