Gestión de riesgos y gestión ambiental, médula del desarrollo sostenible en RD

Por: Donato Tejada Q. / Coronel C.B. / Diplomado Seguridad Ciudadana / Diplomado Educación Ambiental / Inspector Seguridad Ciudadana Lmd.

Para lograr ese objetivo es necesario impulsar la participación de toda la municipalidad en la gestión de riesgos y gestión ambiental, involucrando en el proceso organizaciones comunitarias, asociaciones o entidades que apoyan, entre otros, el trabajo comunitario, el uso racional de los recursos naturales, la reducción de emisiones nocivas de C02, la correcta eliminación de los desechos sólidos, la reubicación de asentamientos humanos en riesgo, la rehabilitación y reconstrucción post-desastre.

La gestión de riesgos y gestión ambiental es responsabilidad de todas las autoridades y todos los habitantes del territorio de la República Dominicana así lo contemplan las Leyes 147-02 y 64-00, y en cumplimiento de esta responsabilidad, las entidades públicas, privadas y comunitarias deben desarrollar actividades de gestión de riesgo y ambiental conforme a sus competencias y actividades.

Nuestro país esta ubicado en el Archipiélago de las Antillas es el segundo país más grande del Caribe tanto por superficie como por población, además de haberse situado en los últimos años como la segunda economíamás importante de la región, con unas tasas de crecimiento anuales superiores a las del conjunto de América Latina y el Caribe. Sin embargo, los indicadores de crecimiento económico contrastan con los altos los índices de pobrezageneral que presenta, según diferentes estimaciones, así como con una rápida expansión urbana, y este riesgoso  fenómeno a su vez aumenta los límites de la producción, las temperaturas de la superficie de la tierra y por consiguiente se observan mayores impactos en los sistemas naturales y sociales.

Las variaciones en la temperatura de la tierra reduce el acceso al agua potable afectando negativamente la salud de la población más vulnerable. Las comunidades de escasos recursos además poseen limitaciones en los servicios basicos por lo tanto son mayores sus dificultades. Este planteamiento nos obliga a un cambio de políticas públicas integrando la equidad y sustentabilidad, comprometida con la realidad local y global, implementando una educación desde las fuentes de socialización primarias (familia, escuela, y medios de comunicación)  que, más que contemplar los problemas, ayude a las personas a sumergirse en ellos, evidenciando desde dentro las grandes contradicciones que se están desarrollando en la gestión de nuestros espacios naturales y urbanos.

Como consecuencia de toda esta problemática debemos educar a las nuevas generaciones y orientar a las personas hacia un pensamiento global pero a una acción local, sabiendo que es en el entorno propio donde cada persona o cada grupo social puede poner a prueba las nuevas posibilidades de cambio, pero que todo ello ha de hacerse desde la conciencia planetaria, en el reconocimiento de que los problemas ambientales son cuestiones que ponen en riesgo al conjunto de la humanidad.

Cuando se incorporen efectivamente criterios de gestión integral de riesgo y ambiental  en la planificación física, urbana y territorial, en la planificación sectorial y socioeconómica, entonces será posible lograr un proceso integral que pueda interpretarse como desarrollo sostenible.