Violencia es: la que ejerce el Estado dominicano contra las mujeres…

Desde el mismo 11 de julio, día que muchas mujeres, hombres, e instituciones nos congregamos frente al Congreso Nacional dominicano, para exigirle que ésta importante Institución declarara que los: “Feminicidios son una tragedia y una emergencia nacional”,  me he sentido obligada a explicar el por qué decidí retirar las vallas que nos decían: “ustedes mujeres son personas no gratas para los Congresistas”, “vallas y cordón policial que criminalizaban la afligida Concentración”.

 

Fui la primera, otras compañeras se sumaron, pues era el democrático sentir de muchas mujeres. Retiré la valla con mis manos de mujer feminista, fortalecida sólo de mi propio dolor ante ésta tragedia nacional, la caída fatal de más de 100 mujeres, sólo por su condición de mujer y de la negativa en su conjunto del Estado en poner la debida atención para detener ésta carrera de muerte. ¿Dónde quedó el discurso presidencial que debía concienciar para poner un alto a la barbarie que nos acosa?.

 

Puedo figurar con RD$ esa atención, pues para nadie es un secreto que el principal ministerio que impulsaría políticas de educación a la población y protección a la mujer, la creación de las casas de acogidas de las mujeres maltratadas, es la cenicienta del Estado; el Ministerio de la Mujer.

 

Para nadie es un secreto que los departamentos desde la Fiscalía y Procuraduría Nacional, que trabajan en estos sentidos, iguales, no tienen recursos. Para nadie es un secreto que la ley que otorga un 4% para educación es vilmente violada por el presidente Leonel Fernández y precisamente los Ministerios de Educación, de donde debían desarrollar una gran campaña para educar desde todo el estamento educativo, incluyendo el Superior, por una nueva masculinidad que valore y respete a las mujeres. Para nadie es un secreto que el Ministerio de Salud Pública no se quiere enterar que las muertes de tantas mujeres, si es un problema de salud pública. ¿Qué hace el Estado desde los medios de comunicación social para detener la barbarie?

 

Transmitirle a la Diputada, que insistía transpuesta por una vergonzosa valla, en ponernos lacitos negros, en señal del luto que estoicamente ya manifestábamos, pregonarle a la Diputada, que con voz de agravio gritó a la dirigencia de la Concentración: “a ustedes se le dijo que tuvieran una comisión preparada”, decirles que sus actitudes, que las vallas y el cordón policial eran una afrenta violenta contra las enlutecidas y adoloridas mujeres que buscábamos solidaridad congresual para que no cayera una más.

 

Les dije y digo, que las vallas eran violencia, que el cordón policial eran violencia, retirar de parte mía, las vallas que recibieron a las mujeres ante la concentración que realizábamos pacíficamente frente al Congreso Nacional, fue decirle que no quería que continuaran violentando a las mujeres, que todo lo contrario necesitamos que esa casa, el Congreso, que es Casa nuestra -se supone- , nos reciba a puertas abiertas y que con una praxis coherente creen políticas y exigencias que detengan esta calamidad nacional. Y no he mencionado el caso de la niña Esperancita, ¿Quieren más violencia Estatal que esa?

 

Muchos de los medios noticiosos presentes, difundieron “que las mujeres exigíamos cese a la violencia y actuamos con violencia” y no fue así, para nada, pero ya sabemos “que noticia es lo que el editor decidió publicar”, yo agrego que también decidió titular, pues deciden los títulos para manejar el morbo humano y buscar con ello, impactos que le generen más lectores/as.  Ya tenemos experiencias de liderezas como Sonia Pierre que sólo después de su partida y ya reconocida anteriormente como “Mujer Coraje” por “poderosas” mujeres como: Michelle Obama, Hilary Clinton y anteriormente por Kerry Kennedy, buena parte de la prensa local se permitió nombrarla como “luchadora por los derechos civiles de los dominicanos descendientes de haitianos”, como “activista”.

 

Ya hemos visto como a luchadores/as: estudiantiles, campesinas y pobladores antes sus justas protestas, la prensa escrita, televisiva y radial les nombra por el des-prestigioso mote de “revoltosos”, debíamos las mujeres esperar un tratamiento enraizado en la verdad y respeto?. ¿Por qué no destacaron la todavía rebelde presencia de la Madre inspiradora de muchas de las mujeres presentes, -la de en esos días convaleciente- doña Gladys Gutiérrez. ¿Por qué no destacar el inmenso liderazgo, tenacidad y perseverancia de una lidereza como Sergia Galván? y muchísimas pro-activas mujeres y hombres que engrandecieron esa concentración.

 

La concentración nombrada: “Feminicidios, tragedia y emergencia nacional”, que proclamó un día de luto y pidió al país que ese 11 de julio nos vistiésemos de negro, gris y blanco, fue una jornada de denuncia, exigencia y sobre todo, dolor, que desde antes de la 7 de la mañana, ya se olía en el ambiente, fue desgarrante ver los nombres de ideadas tarjas que nombraban a muchas de la caídas y ver el lloro marchito de las flores que las consolaban sobre el pavimento de la Feria aquella.

 

Fue triste escuchar desde la misma garganta adolorida y temblorosa, los llantos de tantas mujeres que de manera muy valiente decidieron contar sus desgarrantes historias. Plasmaron, las situaciones aterradoras que viven, mostrando las cicatrices vivas de su calvario, los maltratos recibidos, las mil maneras que sus parejas y ex-esposos le dicen que la matarían.

 

Fue tan dramático e impotente escuchar a una mujer de la  tierna edad del chancleteo de las abuelas, de contar como su ex-esposo, todavía la acosa, la maltrata sicológicamente y persiste en amenazarla de muerte.

 

Sobre esa abuela, que ya presentaba signos de desequilibrio emocional, me pregunto  ¿cuándo las Instituciones públicas le darían seguimiento a mujeres como ella?, para que sean felices abuelas…

 

El presidente de Uruguay Pepe Mujica, en su discurso de bienvenida a Venezuela en el Mercosur, se refirió de la “aparatosidad heredada del feudalismo en las Instituciones Estatales”, pensemos, ¿cómo éstas pretenden maniatar los gobiernos con sentir democráticos?.

 

Extrapolo las vallas, extrapolo la aparatosidad del cordón policial, extrapolo el abuso que sufrimos el 8 de marzo del 2012,  las mujeres que marchábamos hacia Palacio Nacional a entregar un documento donde exigíamos al gobierno del presidente Fernández y de la famosa primera dama, hoy gracias al voto mayoritario de las mujeres, vice-presidenta de la República, Margarita Cedeño de Fernández; ese día Internacional de la Mujer, sólo recibimos de parte del gobierno, el peso de la represión del aparataje policial, pues las mujeres que marchábamos, fuimos rodeadas por efectivos de la Policía Nacional en la 30 de marzo Esq. Ave. México, eran las candentes horas del medio día y nos vimos obligadas a sentarnos en el no menos candente pavimento.

 

Extrapolo y estoy con el presidente Pepe Mújica, los gobiernos democráticos tienen que romper con ese legado de aparatosidad feudal, y no continuar con los mismos tratamientos antidemocráticos a éstas democráticas manifestaciones.

 

Sugiero a los/las que me enaltecen con su lectura, que observen todos los lugares donde son usadas éstas antidemocráticas vallas, ya nos la tuvimos que sufrir en la entrada principal de la Feria del Libro, en la Máximo Gómez, no valió que personalmente hablé con el director,  igual conversé en Casa de Teatro con el Sr. Ministro de Cultura, sólo me quedó la de esperar y ganar, el actual año no la usaron.

 

Al parecer para la Junta Central Electoral del Distrito, las/los dominicanas/os no estamos en capacidad de aprender con la palabra, con la lectura y para evitar que se parqueen en frente de su Institución, en su edificio de la Feria, sí, aquella misma Feria, en vez de usar carteles informativos, tienen colocadas las mismas vallas que en el Congreso declaraban a las mujeres que no somos personas gratas.

 

Insisto con que nos queda la de ganar, pues aquel 11 de julio, la diputada Minou Tavarez Mirabal, ante nuestras exigencias, le dijo al Comandante que dirigiría la represión frente al Congreso, que retirara las vallas, “ellas no nos van hacer nada”. Igual la población no le hace nada cuando cada cuatro años se lanzan a las calles, no importando que tan marginal sea el poblado, a repartir abrazos, lisonjas y promesas buscando que el voto de siempre siga y siga para los/las perpetuos/as “representantes” del pueblo.