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Lo que el cianuro puede hacernos si lo dejamos entrar

Ponecia de Domingo Abréu en el Seminario Meganinería de Oro: ¿Oportunidades o amenazas? organizado por la Asamblea Nacional Ambiental, ANA, realizada el 30 de mayo de 2012 en el Salón de Conferecias Manuel del Cabral, de la Biblioteca Pedro Mir, de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, UASD.

No mayor que las cantidades que pueden encontrarse en estado natural en la yuca amarga, en el tabaco o en las almendras importadas, puede encontrarse cantidad alguna de cianuro en nuestro País. Lo que significa que nadie corre el riesgo en la República Dominicana de morir envenenado por cianuro, una de las sustancias más venenosas que se conocen, pudiendo una cantidad de cianuro del tamaño de un grano de arroz ser suficiente para matar una persona. En exposiciones por altos niveles de contaminación el cianuro puede causar daño en el cerebro y el corazón, pudiendo producir coma y la muerte. La exposición a niveles más bajos puede producir dificultad para respirar, dolor al corazón, vómitos, alteraciones en la sangre, dolor de cabeza y dilatación de la glándula tiroides.

Ahora, si solamente cianuro en el tamaño de un grano de arroz puede causarnos la muerte, ¿qué no pueden hacer 6 toneladas de cianuro? Porque esa es la cantidad diaria de cianuro que se utiliza regularmente durante el proceso de recuperación de oro luego de los primeros pasos de su explotación.

Sin embargo, para los aspectos ambientales, ecológicos y de conservación, son esos primeros pasos los que definen mejor el carácter de la Megaminería.

La metodología de remoción de materiales para el proceso de búsqueda de oro en gran escala y a cielo abierto es lo que se denomina Megaminería, pues ésta necesita de la mayor destrucción de áreas naturales para la búsqueda de oro, plata y otros minerales, como el uranio, por ejemplo.

La Megaminería demanda la eliminación de la capa viva, de la capa más representativa de la vida de La Tierra: la vegetación, y con ella todas las manifestaciones vivas que tienen capacidad de movimiento autónomo: los animales. A seguidas pasa a eliminar la capa que da sustentación física y nutritiva a la vegetación y a los animales: el suelo, para cuya formación se han necesitado entre mil y varios millones de años. Luego se pasa a la eliminación o transformación de las primeras muestras de la corteza terrestre: los mantos de roca, y todo esto hasta una profundidad entre 500 y mil metros, mientras se extiende horizontalmente hasta dos kilómetros.

A este tipo de explotación, y para confundir de la forma más abyecta a las poblaciones, y en nuestro caso a la población dominicana, empresas como la Barrick Gold y la Goldcorp han “gestionado” su inclusión dentro del calificativo de “desarrollo sustentable”, cuando todos sabemos y ellos mismos saben… y los técnicos dominicanos que trabajan con ellos saben, que el desarrollo sustentable es el que garantiza que los recursos naturales que se utilizan en cualquier proceso económico permanecen para el uso de las generaciones futuras. Es decir, que recursos como el suelo, la vegetación y el agua podrán seguir siendo utilizados de forma sostenida, garantizada, inacabablemente.

La Megaminería no puede ser incluida dentro de la calificación del desarrollo sustentable, mucho menos cuando el procesado de los materiales explotados implica su mezcla con cianuro, lo hace de estos materiales imposible de volver a ser utilizados, mucho menos para la producción de alimentos o para la cría de animales.

EL AGUA.

Pero otra parte está el uso del agua por parte de los procesos megamineros de oro.

Cien millones de litros de agua por día son utilizados en el proceso megaminero de oro para ser mezclada con las seis toneladas de cianuro, previamente a ser rociadas sobre las capas de materiales dinamitados y triturados para que se produzca lo que se conoce como lixiviación, que es el arrastre mecánico y químico de las partículas de oro contenidas por los materiales triturados, arrastradas estas partículas de oro hasta la parte más baja de las capas de materiales triturados y succionadas entonces para el paso siguiente del proceso, la separación de las partículas de oro del cianuro mediante el uso de carbón, pasando el cianuro en ese momento a convertirse en desecho y ser eyectado hacia depósitos conocidos como diques de cola, donde permanecerán para siempre.

El gran problema es que esos desechos, como todo en la naturaleza, comenzarán un proceso autónomo de integración al medio natural iniciándose con la evaporación, continuando con las filtraciones, y finalizando en muchas ocasiones con la rotura de los diques y su vuelco masivo hacia los arroyos y ríos que han servido de suministro de agua al proceso.

En ocasiones puede ser la lluvia la que provoque la elevación del nivel de las presas o diques de cola y esta elevación lleve al colmo las aguas y desechos cianurados para verterse autónomamente y sin controles al exterior, con resultados que han sido considerados como los desastres ambientales más terribles, que no solamente han causado problemas al país donde se producen, sino también a países limítrofes.

EL CASO DE BAIA-MARE.

En la Rumania capitalista quizás el accidente más grave, y poco publicitado, por supuesto, al igual que los accidentes nucleares acaecidos en EEUU, fue el vertido de más de 100.000 metros cúbicos de agua pesada contaminada, rica en cianuro y otros metales pesados tóxicos como el cobre y el zinc, derramados a través de la parte inferior de una brecha en un dique de desechos, en las minas de Baia Mare, al norte del pais.

Sucedió el 31 de enero del 2.000, en Baia Mare, capital de la zona histórica de Maramures, en el norte de Rumania, un paraíso natural por su diversidad de especies de flora y fauna, a la vez que un tradicional refugio de formas de vida inmemoriales del pueblo que habita aquella zona. Los agentes contaminantes comenzaron su rápido y largo viaje a través de los Montes Cárpatos camino a la cuenca del río Tisza, fronterizo con Hungría durante parte de su recorrido. En un periodo de cuatro semanas, la columna tóxica, conteniendo suficiente cianuro para matar a un billón de personas, viaja 2.000 km. a través de Rumania, Eslovaquia, Ucrania, Hungría, Serbia y Montenegro, antes de su entrada al Mar Negro.

La catastrófica tragedia minera de Baia Mare no solo prueba las potenciales consecuencias desastrosas de minimizar los riesgos medioambientales por las grandes ganancias económicas, sino que también resaltó la internacionalización de la contaminación del agua a través de las fronteras. Desde su fuente de nacimiento hasta la intersección donde el río Tisza finalmente desemboca en el río Danubio, la "marea" tóxica mató a todo el plancton presente en el agua como al igual que también a 38 especies de peces, totalizando 1.240 toneladas de pescado muerto. 

A manera de seguimiento al accidente se realizaron pruebas independientes llevadas a cabo de manera conjunta por el Programa Medioambiental de Naciones Unidas (UNEP) y la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), que indicaron que la mortandad de la vida silvestre después del derrame aumentó en niveles de hasta 100% en algunas especies, como las nutrias y castores. Además, científicos encontraron varios ejemplares de especies muertas como, cormoranes negros, cisnes, zorros, ciervos de lecha, faisanes, palomas y liebres. 

El Parlamento Europeo, lo que equivale en la República Dominicana a nuestro Congreso Nacional, se tomó unos diez años discutiendo sobre lo ocurrido, hasta definitivamen elaborar un texto que fue aprobado con 488 votos a favor, 48 en contra y 57 abstenciones, reclamando a la Comisión Europea (CE) que proponga la prohibición del cianuro y elimine cualquier apoyo directo o indirecto a proyectos mineros que supongan el uso de cianuro.

Los eurodiputados pidieron también al Ejecutivo comunitario que apoye la reconversión de las zonas donde está presente este tipo de minería concediendo apoyo financiero para impulsar industrias ecológicas, energías renovables y el turismo.

El Parlamento Europeo reclamó además enmendar la actual legislación sobre la gestión de residuos procedentes de las industrias de extracción para que las compañías estén obligadas a contratar seguros que cubran las compensaciones por posibles accidentes o problemas en el funcionamiento que generen contaminación.

Estos fueron textualmente los dos principales pedidos al Parlamento Europeo:

  1. 1.“Considera que el cumplimiento de los objetivos de la UE, establecidos en la Directiva marco sobre la política de aguas, esto es, conseguir un buen estado químico de las aguas y proteger los recursos hídricos y la diversidad biológica, sólo puede lograrse mediante una prohibición general del uso de las tecnologías mineras a base de cianuro”;


2. “Pide a la Comisión que proponga la prohibición completa del uso de las tecnologías mineras a base de cianuro en la Unión Europea antes de finales de 2011, puesto que es la única forma segura de proteger nuestros recursos hídricos y ecosistemas de la contaminación por cianuro procedente de las actividades mineras, y que, al mismo tiempo, proceda a una evaluación de impacto ordinaria”;

SITUACION ACTUAL DEL LOS RIOS MARGAJITA Y MEJIÍTA.

Los ríos Margajita y Mejiíta han sido mostrados permanentemente como prueba de lo que se llama propiamente minería irresponsable, consecuencia de la presencia en Pueblo Viejo de las mineras Rosario y Placer Dome, que no tomaron medidas de remediación para estos caso ni para otros, según las mismas declaraciones de los actuales minero en  el sitio.

Sin embargo, la remediación a esta situación no debe ser continuar el minado, como se ha planteado, sino la cobertura física de las zonas donde los sulfuros han quedado expuestos.

El uso de lonas, por ejemplo, como es la medida que se está aplicando en Alemania y otros países para la protección de sus glaciares contra el calentamiento global, puede ser también una pedida que nos permita resolver la exposición abierta de las concentraciones de sulfuros, pues todos sabemos que es la lluvia la que ocasiona este problema al mezclarse con los sulfuros. Si se cubren las zonas abiertas termina el problema. Lo demás es darle seguimiento para lograr tener bajo las lonas una cubierta vegetal que después continúe el trabajo de las lonas.

Dejo hasta aquí mi exposición para permitir a los demás participantes en este Seminario suficiente tiempo en la discusión de esta terrible amenaza disfrazada de oportunidad para el desarrollo.

30 de septiembre del año 2011. 

Fuente: Domingo Abréu

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