Ningún dominicano, patricio o plebeyo, ha sido tan manipulado como Juan Pablo Duarte
- Escrito por Domingo Abréu
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Pueblo dominicano: Todos los partidos lo tienen, en todas las instituciones está, no hay pueblo que no tenga una calle con su nombre, todas las instituciones castrenses le rinden honores, todos los presidentes gobernaron a su nombre, todos los diputados y senadores lo enarbolan, todos los síndicos y gobernadores le hacen estatuas, todas las escuelas tienen su foto, a todos los desfiles lo llevan, y hubo un billete de a peso que por miles de millones llevó su imagen. En términos generales, todo el que miente pone a Duarte como testigo de "su verdad".
Y como todo el mundo en Dominicana dice ser "duartista" y quiere celebrar su bicentenario, aquí les pongo a cada tendencia un Duarte de su gusto y una esquina para que se junten.
Duarte para todos los gustos y posiciones
Duarte con Padre Billini: Para los clericales (tendencia dominicos) que aceptan al Duarte masón.
Duarte con Arz. Nouel: Para los otros clericales (tendencia Cardenal) que condenaron a Duarte por masón.
Duarte con El Conde: Para los que se consideran aristócratas.
Duarte con Salomé Ureña: Para las feministas.
Duarte con Luperón: Para aquella parte de la Fuerzas Armadas que aún cree en Patria.
Duarte con Mercedes: Para los gays.
Duarte con Juan Isidro Pérez: Para los candidatos al exilio y los "locos ilustrados".
Duarte con Restauración: Para los en su nombre que quieren restaurar algo de lo podrido en vez de cambiarlo todo.
Duarte con Vicente Celestino Duarte: Para los del Instituto Duartiano y los que se sienten trinitarios a la antigua usanza.
Duarte con Avenida Mella: Para la parte de la Fuerzas Armadas que ha manipulado a su antojo al pobre Matías Ramón.
Duarte con Benito González: Para los conformistas con lo que hay... aunque estuvieron luchando por cambios.
Duarte con México: Para los que quieren una revolución a lo Pancho Villa.
Duarte con Ravelo: Para los arribistas que se la buscan en todos los gobiernos pasando factura por "sus sacrificios por la patria".
Duarte con Caracas: Para los nuevos bolivarianos, albistas y chavistas.
Duarte con Barahona: Para quienes la patria es un mangú de plátanos barahoneros.
Duarte con Francisco Henríquez y Carvajal: Para los antiimperialistas sinceros.
Duarte con París: Para los afrancesados.
Duarte con 27 de Febrero: Para los "roba-la-gallinas", "diablos cojuelos" y otros amantes del Carnaval.
Duarte con Ana Valverde: Para los que todavía creen que la independencia llegó cuando se fueron los haitianos.
Duarte con Baltazara de los Reyes: Para los clandestinos que no ostentan de su firmeza.
Duarte con Samaná: Para los samanenses, naturalmente.
Duarte con Concepción Bona: Para las jóvenes que sinceramente quieren salir del estereotipo y de la cursilería.
Duarte con Eusebio Manzueta: Para los generales que andan por ahí sin decidirse por el honor o por el facilismo muelle.
Duarte con Juan Evangelista Jiménez: Para los que no les importa que le reconozcan su trabajo. Simplemente lo hacen, y lo hacen bien.
Duarte con Manuela Diez: Para las madres que no creen en el "día de las madres" y que prefieren hijos que crean en la posibilidad de patria.
Duarte con Federico Velázquez: Para los que quieren patria, pero creen que los norteamericanos nunca lo permitirían.
Duarte con Máximo Grullón: Para los irreductibles, los que se la juegan, sin perder la capacidad de la dulzura.
Duarte con Victoria de la Cruz (Doña Chucha): Para quienes los niños y jóvenes merecen toda la atención, educación, salud y alimentación.
Duarte con Luis Reyes Acosta: Para los periodistas que prefieren la verdad, aunque ella les lleve al fusilamiento.
Duarte con Padre Castellanos: Para los curas que asumen con dignidad el sacerdocio, más cuando el país es invadido.
Duarte con Pedro Livio Cedeño: Para los que creen que el problema era Trujillo y que la dictadura de Trujillo murió con Trujillo.
Duarte con Barney Morgan: Para los evangélicos y otras expresiones cristianas no bien vistas por el Cardenal.
Duarte con Henry Segarra: Para los familiares de todos los desaparecidos durante la época de Balaguer.
Duarte con Nicolás de Ovando: Para los que no quieren ofender a España y aún piensan que es nuestra "madre patria".
Duarte con Santo Cura de Ars: Para los católicos que se mantienen más cerca de los pobres que de la Iglesia.
Duarte con Diego Velázquez: Para los que piensan que en el cambio de espejitos por oro los indios salieron ganando.
Duarte en el "Mercado Nuevo": Para todos aquellos que creen en el nuevo mercado, en el libre mercado, en que nos debe gobernar el mercado, en la venta del país, de su oro, de sus suelos, de sus aguas y de todo lo que ya tiene precio y se está promoviendo a vender.
Que les aproveche.
Domingo Abreu Collado
