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RD, JCE, OEA, ALBA y Derechos Humanos

Roy Chaderton, embajador venezolano ante la OEA, afirmó recientemente: "Estamos en rebelión contra este corrupto y pusilánime Sistema (Interamericano de Derechos Humanos)".

Hablar así de la OEA constituye una indulgencia, porque siempre ha sido maligna, desde hace décadas y actualmente.

Del pasado, bastaría citar el papel de la OEA en el bloqueo a Cuba y su protagonismo criminal con la invasión a nuestro país en 1965.

Hace un año, en República Dominicana se invirtió dinero público por pacas para llevar al gobierno a Danilo Medina. Peor aún. Se produjo un cúmulo de atropellos a la dignidad ciudadana y al estado de Derecho, prácticamente todo a cuenta del oficialismo, previo anuncio en Nueva York de la "ofensiva final" clientelista por más de 40 millones de pesos.

La OEA vino al país a bendecir las purulentas elecciones.

Ahora, sumado a una gestión éticamente cuestionada, el presidente de la JCE pretende arrebatar la ciudadanía a unos 20 mil dominicanos, despojándolos de elementales derechos humanos y sumiéndolos en la incertidumbre.

Simultáneamente, la televisión muestra a oficiales y agentes policiales pateando sin piedad a un ciudadano negado a complacerle en una orden absurda. Esta golpiza desmiente por sí sola el respeto a los derechos humanos.

Pero la OEA ni se entera.

La OEA sufre un mal de fondo que la descalifica para encarar los problemas regionales.

El descrédito imposibilita a la entidad granjearse respeto.

Como alternativa apostamos al ALBA incipiente.

Pero hay quienes temen que al ALBA le coja la noche.

El imperio de los derechos humanos, civiles y políticos sigue como una meta a conquistar en República Dominicana, pese a transcurrir 54 años de enarbolado el programa de la Raza Inmortal, truncado por farsantes blancos y morados

Para despertar más confianza, el ALBA debe acentuar las relaciones interestatales, pero fortaleciendo el respeto entre los pueblos y estimulando el derecho de los de avalados por la historia.

La llegada al poder por pueblos subyugados es de "patria o muerte" para el futuro del ALBA. Próximamente leeremos nuevamente la idea del Che sobre los dos, tres, cuatro Vietnams, aún sea por métodos electorales.

Mientras tanto, el dominicano de abajo seguirá su apoyo incondicional a Venezuela enarbolando la bandera de Hugo Chávez.

Por eso le cantamos a coro: ¡Hasta la victoria siempre!

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