¡Faltan ingredientes!

Por Wellington Melo / Comunicador social, con maestría en Desarrollo Urbano y Territorial Sostenible

La inversión total para la ejecución de los trabajos en esa importante zona de la Capital dominicana, asciende a RD$145 millones. El proyecto de reforma integral de las calles y espacios públicos de la Ciudad Colonial, fue diseñado por el Ministerio de Turismo, la Alcaldía del Distrito Nacional, la Oficina de Patrimonio Monumental y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Sin embargo, junto a ese programa de intervención urbana deben desarrollarse otras acciones de manera complementaria, para articular un proyecto a gran escala que lleve estado de bienestar colectivo a las populosas barriadas que bordean la Zona Colonial.

La terminación de la autopista del Coral, que conecta el eje local con el interior del país, ya arroja sus frutos con el incremento significativo de turistas en el Centro Histórico. Esto indica, que se necesitan de estrategia efectivas a gran escala,  para satisfacer las demandas de esos extranjeros.

El remozamiento de la Zona Colonial es un componente fundamental, pero faltan Ingredientes para articular un proyecto de intervención urbana a mayor escala, que se convierta en la plataforma para que sectores como Villa Francisca y San Carlos puedan beneficiarse de ese incremento en el volumen de turistas que recibimos.

En el caso de Villa Francisca, todos sabemos de los altos niveles de pobreza que se registran en ese sector, a pesar de que es un laboratorio de historias culturales, vinculadas básicamente, a nuestro carnaval.

No podemos limitar a los extranjeros que nos visitan a practicar "turismo intramuros", sino que debemos adecuar los entornos que circundan la Zona Colonial para que ellos puedan salir de ese entorno y entrar en contacto con otros elementos culturales, que son la más genuina manifestación de nuestra nacionalidad.

El turista moderno viene al país buscando historia y cultura, gastronomía local y hacer compras. Pensemos que si extendemos esa acción a los sectores mencionados, tendríamos un instrumento de combate contra la pobreza, de generación de empleo y de reivindicación de muchos de los elementos culturales que nos identifican, y que están presentes en esas barriadas.