Sugerencias para la idea de las piscinas de Güibia

Entre las cosas que necesita el Distrito Nacional están las piscinas, verdaderas piscinas, donde por simple diversión comiencen a formarse nuestros nadadores.

No son las piscinas del Centro Olímpico las que llenan ese cometido. Como tampoco son los estadios de beisbol los que llenan el cometido de formar peloteros. Esto último lo lograron en principio las pequeñas ligas barriales y clubísticas de béisbol con los "pleys" informales que existen dispersos por todo Santo Domingo. Luego llegaron las escuelas de bésibol para ampliar ese cometido. Resultado: República Dominicana Campeón del Mundo.

La idea de las piscinas en Güibia es colorida, pero no educa y pone en riesgo la salud de cientos de niños y niñas. La turbidez de las aguas de esas piscinas (ver fotos), muy diferente a la limpidez de las piscinas reales, avisan de un alto riesgo, mucho más riesgosas son cuando se ven en su superficie espumas que avisan de la la falta de oxigenación y de la presencia de microorganismos. Abusar del cloro no resuelve ninguno de esos dos riesgos, al contrario, suma otro, el cáncer de piel, que junto con el sol "hacen su agosto". Suerte que se nubla de vez en cuando.

Esta vez (Viernes Santo a las 10:30 A.M.) no habia la gente que esperaban los organizadores. Tres niños juegan en una de las piscinas ignorando que el agua de sus juegos provino de los pozos que utilizan los bomberos para llenar sus camiones bombas. Es decir, el agua de las piscinas proviene del subsuelo de Santo Domingo, probablemente el agua más contaminada por microorganismos de todo el país, dada la concentracion de población en la Capital.

Güibia, la playa, es inutilizable por la misma razón, por lo que es el colorido del mar, los cocoteros y los colores que se les pueda añadir lo que alegra la visión.

Si se hubiera aceptado (a finales de los 80) la propuesta de la empresa israelí Tzahal, de canalizar todos los desechos de Santo Domingo, disueltos en agua a 5 kilómetros (mínimo) mar afuera, otra fuera la realidad sanitaria de Santo Domingo y de sus costas. Pero ese proyecto se engavetó, pues resultaba lesivo para quienes se lucraban del caos de los desechos sólidos y líquidos de la Capital. Ahora la cosa es cada vez peor y las posibilidades mas remotas aún, pero siguen siendo posibilidades, aunque sean aplicables por sectores en el Distrito Nacional y luego en la provincia SD.

ALGO MEJOR QUE LAS PISCINAS.

Algo mejor que las piscinas -para lo de Semana Santa- hubiera sido instalar una línea de autobuses gratuitos hacia Boca Chica, o mejor hacia Juan Dolio, porque Boca Chica es otro caso jodido de contaminación por los hoteles que existen ahí y sin plantas de tratamiento, porque la que existe, ni da abasto, ni funciona.

Los ocho millones de pesos de las piscinas de Roberto, invertidos en una linea de autobuses (provisional de Semana Santa), para transporte gratuito de familias hacia esas playas, sin  embutirlos y dándoles información, hubieran conseguido los siguientes resultados:

1. Llevarles a playas reales, no artificiales, y menos riesgosas para la salud.
2. Sacarles de la abulia de la ciudad.
3. Suministrarles en el trayecto información como: a) Lo que es el Llano Costero Suroriental sobre el que se desplazan y viven. b) Cómo se formó este Llano. c) De qué está formado y qué vegetación la puebla y pobló. d) Cómo se forman las costas. e) Cómo se forman las playas. f) La existencia de ríos subterráneos, con el ejemplo del río Brujuelas en Boca Chica. g) Cómo se forman esos ríos. h) Cómo se forman las cuevas por donde van esos ríos. i) Porqué se ven esos sopladeros de agua de mar en la costa. j) Porqué los diferentes colores del mar. k) Cómo se formó la Laguna de Boca Chica. l) Las razones de la contaminación de las costas de Santo Domingo. m) Porqué vivían tantos indios en La Caleta y Boca Chica. n) Porqué hay ahora un parque submarino en La Caleta. ñ) De dónde viene la arena de Boca Chica y porqué es tan fina....

Y así, tanta información para llegar a la "z" y volver a empezar.

Y podemos estar seguros que algo en esa gente queda, principalmente en los niños. Y podemos estar seguros que la inversión de esos ocho millones habrá sido mejor que tirarlos sobre el malecón, en arena y piscinas turbias, con todo y las buenas intenciones del Ayuntamiento del Distrito.

Domingo Abreu Collado

ASAMBLEA NACIONAL AMBIENTAL -ANA- Inc.