De 155 municipios que tiene la República Dominicana, se calcula que 133 siguen viviendo principalmente de la agricultura y la ganadería.

"Eso convierte a nuestro campo no solo en un motor de desarrollo, con enorme potencial, sino también en un auténtico vertebrador del territorio nacional. Por eso, hemos seguido y seguiremos apoyando a las áreas rurales, como fuente de empleo digno y sostenible, para miles de familias", dijo el mandatario.

Sin embargo, dijo que no se trata de apoyar a un campesino, o a unas cuantas familias a seguir con su agricultura de subsistencia, "Estamos hablando de comunidades enteras en las que la vida está cambiando. Y a través de Agrodosa, el número de productores asegurados creció este año un 35%, hasta cubrir a más de 35,000 agricultores y ganaderos".

Sostuvo que estas medidas han tenido como resultado que nuestra producción agrícola haya crecido en 10 millones de quintales; la superficie sembrada ha aumentado un 7% y hemos exportado más variedades de productos agropecuarios que nunca en nuestra historia.

Pero lo más importante, dijo, es que esto ha supuesto la generación de 50,841 empleos directos y 127,700 indirectos.

También destacó la recuperación del proyecto agrícola la Cruz de Manzanillo, como ejemplo de gestión pública eficiente y exitosa. En el año 2014, después que el Gobierno asumiera directamente la gestión, y tras la certificación del 90 por cierto de su producción como orgánica, se logró exportar hacia Europa 8 mil cajas semanales de banano y plátano, y al final de este año se espera que las exportaciones alcancen las 33,000 cajas semanales.

Ya se han generado así 1.500 empleos directos en la provincia de Montecristi, contribuyendo al dinamismo económico de esa provincia, manifestó.