Tras varias horas de protestas violentas, que incluyeron quema de neumáticos, bloqueo de calles, pedreas y una balacera, fue restablecido el servicio de electricidad en San Luis, donde padecían un apagón que había iniciado el jueves y ya duraba más de 24 horas.

Como "por arte de magia", tras el restablecimiento del servicio, la calma retornó a la comunidad.

Al parecer, la Empresa Distribuidora de Electricidad del Este, solo se animó a prestar atención a los reclamos de la comunidad cuando la ira se apoderó de esta y estalló en forma violenta.

La Policía mantenía una discreta vigilancia en el entorno de los lugares donde hubo más violencia.