La historia de éste país ha sido la historia de las injusticias, mi familia originaria, según Carlos Larrazabal Blanco venida desde Haití y antes de España, hubo un Carlos Toledo, iniciador, -de quien mi padre heredó su apellido-, casado con Andrea Bloden -no se si haitiana- que se establecieron en Daza, San Cristóbal en una extensiva cantidad de tierra que todavía hoy los terrenos en la Jurisdicción Inmobiliaria, dicen que es de ése Carlos Toledo, de los herederos de Carlos Toledo, ahí en Daza vivió Carlos con su Andrea Bloden, ahí tuvieron sus hijos e hijas y nietos y nietas, ahí trabajaban, tenían sus animales, tenían sus sembrados, sus grandes conucos, sus casas, los hijos se casaban -una de mis tías dice que se casó con una maldita negra que nos dañó para siempre- y ahí construían sus casas, sus vidas... hasta que llegó el benefactor de la patria, el sanguinario Trujillo chapita y le partió la madre a quien quiso y al que no los sacó y obligados y como pudieron, se distribuyeron entre El Carril, San Cristóbal, Manoguayabo, Boca Chica, y quien sabe en cuantos lugares más...y el tirano se apropió de toda la tierra.