Se trata de Antonia Soto, quien identificó al agente policial como Juan Espinosa (Nano), tambíén de origen dominicano y quien, según la fémina, la ha estado molestando desde hace tres años, cuando ella trabajaba para una agencia de la ciudad que ofrece asistencia a las personas mayores (home attendant) y que le hanía asignado el cuidado del padre del referido oficial.

"Fui contratada para atender al señor Richard Espinosa (padre del oficial) por la agencia para la cual trabajaba desde el 2008, pero su hijo (Nano) me acusó de estar drogada, razón por la que me despidieron", relató.

Dijo que "cuando reclamé lo que entendí eran mis derechos en la agencia, despúes de haberme hecho un exámen antidrogas, regresé al apartamento donde cuidaba al senor Espinosa (ya fallecido), localizado en el número 60 de la avenida Nagle, en el Alto Manhattan, y el oficial me dijo que yo tenía droga, pero no me arrestó, ni me reportó a la Policía para que me levantaran cargos".

Sostuvo que fué al precinto 34 a quejarse, pero le dijeron que eso no podía ser cierto, que estaba loca. "Regresé con un certificado médico que valída mi buen estado mental, pero támpoco me hicieron caso", indicó.

"En ese punto, decidí escribir una carta al comisionado de la Policía, Raymond Kelly, para comunicarle mi caso, pero no recibí ninguna respuesta. Por eso he tenido que acudír a los medios de prensa, porque el oficial Espinosa sigue acosándome y temo por mi vida, ya que mi hijo sufrio un atentado que me resultó muy sospechoso, porque cuando fuí al precinto 34, no me quisieron recibír ni aceptar la querella", aseguró.

Dijo, además, que llamó al Departamento de "Quejas Civiles" (Civilian Complaint), donde támpoco le han prestado atención.

"Contraté a un detective privado para protegerme del acoso constante que he tenido soportar desde que dejé de atender al padre del oficial Espinosa, porque han tratado de desaparecerme, mi apartamento ha sido violentado, trataro de atropellarme con un carro y mi hijo Louis fue asaltado y golpeado salvajemente por desconocidos. Todo esto ha sucedido desde que comencé a quejarme en el citado precinto policial", manifestó.

"La situación es tan agobiante, que tuve que tratarme en el hospital Metropolitano, lo que ha agravado más el asunto, ya que la agencia Administration for Children's Services, (ACS) trató de quitarme a mi hijo, pero, gracias a Dios, le gané el caso", puntualizó.

La mujer, quien dijo tener prueba documentada de todo lo que narró, ruega a las autoridades iniciar una investigación sobre su caso, "antes de que sea demasiado tarde".