En su informe Uniore afirma que en buena medida la responsabilidad recae en la Dirección Nacional de Informática de la JCE, pero que “sería incorrecto depositar en el personal técnico de forma exclusiva esa responsabilidad”.

El fallo fundamental fue “la carga incompleta de las boletas electrónicas en las urnas de votación automatizada, lo que a su vez ocasionó que el día domingo 16 los electores no encontraran la totalidad de opciones en pantalla para emitir su voto”.

Uniore realizó una investigación durante los días 24 y 25 de febrero donde se determinó tres razones como las causas del fallo del voto electrónico: “Cambio en el proceso de personalización de las urnas de voto automatizado; Ausencia de controles de calidad posteriores a la carga de la boleta electrónica de candidatos y la Inadecuada gestión de la solución técnica al incidente a pocas horas de la elección”.

Entre los errores de proceso detectados se encuentran los cambios en el cronograma electoral de actividades en los meses de enero y febrero del 2020; modificación del proceso de carga de la boleta electrónica en las urnas y el cambio de rutina de carga de las boletas electrónicas distinta a la que había sido exitosamente probada y utilizada en las Elecciones Primarias de 2019.

A esto se sumaron la falta de controles cuando falló el proceso de personalización de las urnas de voto automatizado; los fallos técnicos en los medios inalámbricos para exportar datos de la base de datos de la JCE hacia las urnas de voto automatizado y problema de las boletas electrónicas incompletas, que fue detectado de fortuitamente el sábado 15 de febrero un colegio electoral.

Finalmente el día de las elecciones municipales resultó materialmente imposible gestionar el fallo detectado el día anterior en todas las mesas electorales del país, “dado que se requería movilizar a técnicos de soporte, supervisores técnicos, delegados de partidos políticos a todos los colegios electorales del país, para realizar un proceso de reconfiguración de los equipos”.