María Veras denunció que a otro tipo de negocios les permiten que operen sin ninguna dificultad, “pero tengo que decirles que de aquí me quitan muerta, aquí me voy a ganar mi comida con mi papá y mis hijos o a mi hay que matarme; entonces cuando me quiten a Tamboril entero de las aceras entonces ahí yo me voy”, señaló.

Denunció que hace 4 o 5 años atrás, cuando su padre vendía plátano y aguacate, se presentó en el ayuntamiento municipal con una carta para obtener un permiso para poner una caseta para vender plátano, pero indica que le dijeron que no era permitido, sin embargo, apuntó que tras su regreso de un viaje a Panamá ya habían instaladas otras tres casetas.

Así mismo, fue enfática en señalar que no saldrá a las calles a robar ni a prostituirse “porque a las autoridades de la Policía Nacional y el alcalde de Tamboril les parezca”.