El municipio no tiene la culpa de la rivalidad política entre el actual alcalde Abel Martínez y el director de la Coraasan, Silvio Durán, cuyas confrontaciones han llevado a las entidades que dirigen por el camino de una guerra fratricida y dañina para el desempeño colectivo.

Si estos dos funcionarios tienen pugnas políticas a lo interno de su partido, esto no debe perjudicar a los munícipes y lo correcto sería que el Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), les haga saber que de seguir con el juego, también afectaría la actividad partidaria.

Cuando la guerra es entre extraños la solución es compleja, pero cuando bajo el mismo techo se abren frente dos enemigos, los resultados pueden ser catastróficos para el resto de la familia.

Abel Martínez y Silvio Durán deben ser conminados a reunirse y subsanar sus diferencias, disponiendo el primero la apertura de la oficina de la Coraasan en su sede y el segundo dejando sin efecto su decisión de no cobrar la basura.

Es tiempo de comenzar a trabajar por el país arrancando en sus pueblos y evitando que la ciudadanía siga padeciendo los efectos negativos de la confrontación, de la desidia y de la indiferencia.

Municipiosaldía hace una llamado vehemente a estos dos funcionarios, cuyos trabajos y aportes han sido importantes, para que dejen de lado sus diferencias y, como santiagueros auténticos den el paso que se espera para, con humildad, resolver el problema que los separa en detrimento de sus funciones y de la colectividad.

Adelante Abel y Silvio, atrévanse a ser valientes y den a Santiago la oportunidad de beneficiarse de su buena obra y mejor ejercicio.

La recogida de la basura es importante para la vida y el agua es en esencia de vida. En sus manos está la solución del problema, no castiguen más al pueblo de Santiago.