Los continuos aguaceros han generado que los suelos se saturen, situación que pone al país en riesgo de inundaciones y deslizamientos de tierra.

La Cordillera Central, una de las zonas donde se ha concentrado los mayores volúmenes de precipitaciones durante las últimas dos semanas, está saturada en el 100 por ciento, a decir del predictor de la Oficina Nacional de Meteorología (Onamet), Wagner Taveras.

“¿Qué quiere decir esto? Que el agua ya no puede infiltrarse en las capas subterráneas, sino que cualquier lluvia que caiga se torna en escorrentía. Es decir, si el suelo tiene una capacidad de infiltrar el agua de veinte milímetros en una hora, y en una hora caen cuarenta milímetros, ya tienes veinte milímetros que intentaron infiltrarse, pero hay veinte milímetros de esos cuarenta que no se infiltraron, entonces esos se vuelven escorrentía”, ejemplificó.

En ese sentido, Taveras sostuvo que el agua que no es absorbida por el suelo se va directo a las cuencas de los ríos, incrementando su caudal, lo que podría ocasionar inundaciones en comunidades.

Y, aunque las lluvias disminuirán hoy y mañana, este sábado se originarán aguaceros aislados con tronadas sobre la Cordillera Central, además de las regiones noreste y sureste.

En tanto, el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) contabiliza 10,514 personas desplazadas, de las cuales 209 se encuentran en los albergues oficiales.

Asimismo, continúan 33 comunidades incomunicadas y 2,059 viviendas afectadas y 50 acueductos que resultaron con daños.

El organismo mantiene en alerta amarilla a la provincia Duarte (en especial el Bajo Yuna).

En alerta verde están las provincias Monseñor Nouel, La Vega, Valverde, Monte Plata, San Cristóbal, El Seibo, Hato Mayor y Sánchez Ramírez.