Increíblemente, buena parte de mi formación ha sido a través de becas, tal vez por eso he tenido que esforzarme un poco en mi deseo de superación. Los que me conocen saben lo inquieta que soy. De ahí que cuando el Lic. William Torres, el papá de mi amiga Williana Torres iniciara su primer período como alcalde, cuando me preguntó qué me gustaría, le solicité una cancha para mi colegio y una beca para estudiar mecanografía en el Instituto Comercial San Rafael, donde luego coincidí con mi querida Willy en las clases de Contabilidad, sin descartar que pasamos toda la primaria y bachillerato juntas, en los últimos años, sentándonos una al lado de la otra. Una niña brillante, humilde, de grandes virtudes y a quien tanto admiro y aprecio.