Rosario, de 49 años de edad era contratista de la empresa. El cadáver fue reclamado por sus familiares, quienes informaron que el occiso residía en la calle Felix Evaristo Mejía no. 50, parte atrás, junto a su esposa Rosa Ascencio y a un hijo menor de ambos.

El cadáver fue llevado al Instituto Nacional de Ciencias Forenses –INACIF-, para practicarle la necropsia correspondiente.

De acuerdo a lo que se pudo observar en la tarde del sábado, comunitarios y brigadas del Ayuntamiento del Distrito Nacional y de la empresa EDEESTE, trabajan en la recolección de escombros, en la restauración del sistema eléctrico entre otras acciones.

También se verificaron operativos médicos y la asistencia del Plan Social de la Presidencia, con la entrega de raciones de alimentos no cocidos.

El Centro de Orientación Integral (COIN), cuyas instalaciones fueron afectadas por la explosión, gestionó la realización de una campaña de vacunación contra el tétano, difteria y la influenza.

También cerca del área de la explosión se realizó un encuentro en el que participaron el director del Servicio Nacional de Salud (SNS), Chanel Rosa Chupani; el director de Asuntos Corporativos de Polyplas, Álvaro Sousa; el director del Centro de Operaciones de Emergencias, general Manuel Méndez García; Elías Tejeda, del departamento de Salud Mental del Ministerio de Salud Pública y moradores de Villas Agrícolas, barriada ubicada en la parte norte del Distrito Nacional.

De su lado, Sousa anunció que la empresa Polyplas está de luto por la tragedia y dijo que todos sus empleados seguirán devengando sus salarios correspondientes y que recibirán el doble sueldo, más un bono navideño.

Sostuvo que el encuentro con funcionarios del Gobierno y los comunitarios se coordinó darle asistencia psicológica a todos los afectados, para que estos en el futuro puedan continuar su vida sin trauma.

En tanto que el presidente de la junta de vecinos del lugar, Clarence Veras, destacó el hecho de que se haya producido un canal de comunicación entre los afectados y la empresa.

Ayer fue sepultado en el cementerio Cristo Redentor, la sexta víctima de la explosión. José Alberto Encarnación, de 48 años, fue velado en la funeraria Tiempo de Paz, de la avenida Máximo Gómez. Luego de ser sacado de allí, el carro fúnebre que cargaba su ataúd recorrió la calle Félix Evaristo Mejía, donde también residía Encarnación.