Esta canción nos colorea rítmicamente temas actuales de carácter  social complejos sobre los derechos fundamentales de las personas, las imposiciones en un contexto de  búsqueda de las identidades. Con gracia y determinación, usando un lenguaje coloquial urbano contemporáneo.

En una lírica poética y llana, la artista nos confronta y se confiesa dejando de lado los fantasmas y dándole cuerpo a su visión crítica de una sociedad sorda ante el clamor y necesidades de sus entes. Canciones de este corte como “La calle será la calle”, “No cojo corte” “Abrazo la vida” Juana la loca” el público las ha convertido en himnos, por lo que no sorprendería que “Rulay” también se quede en la preferencia de la juventud y un pueblo que reclama.

La producción es del músico Jonatan Piña Duluc, quien utiliza lo electrónico como alfombra para poner sus saxofones protagonizando toda la pieza y creando ambientes diversos en una polirítmica, donde ritmos de la tradición como el petro, guloya, merengue y afro-beat se manifiestan armónicamente.

Son muchos elementos que componen esta pieza creando una sonoridad impresionante y fuera de serie. Pudiéramos llamarle: “Urbano industrial”, “Urbano-psicodélico”