El drama de Negro "viviendo una vida negra" ver vídeo

¡30 años acostado sobre el mismo lecho!

Con su cuerpo tendido sobre el mismo lecho desde hace más 30 años, el color de lo que un día fue su cama no se percibe, su rostro pareciera que invocara al Dios todo poderoso como buscando una salida a su funesta situación.

´´Dame un mabí, dame un mabí, dame un solo y toma los demás´´, son las únicas palabras que salen entre cortadas de los labios de este envejeciente; Negro, es como le conocen en la comunidad.

Al parecer su nombre (Negro) va al ritmo de su vida negra, su piel lacerada por el tiempo y el afán de la vida, dejan al descubierto las coyunturas de sus huesos; el techo de hojas latas es su refugio día y noche. Negro busca abril un pote con una sustancia blanca que logra sostener en su mano derecha, pero al parecer los años duelen y sus fuerzas se han agotado.

Sumergido en la insalubridad y el hedor que emerge de su pie izquierdo causado por una llaga que lo consume lentamente; ahí, apartado de la civilización, en la comunidad La Piedra, entre La Caleta y el municipio de Guerra, en el Este de la provincia de Santo Domingo, sobre vive en la soledad este señor de unos 90 años.

Un plato azul con una migaja de aguacate, pero imposible identificar el tiempo que tiene ahí, ¨´para él es un manjar¨´. Un pedazo de tela blanca le sirve para mitigar el frio que golpea su cuerpo, su mirada vuela en el vacío.

Afirman santa Fría Domínguez, con voz entre cortada y las grimas que corren por sus mejillas, que, Negro fue abandonado por un único hijo que dicen tener; sostiene además que sobre vive de lo poco que le llevan los vecinos, pero que en ocasiones no pueden darle, y es que ni para ellos consiguen.

´´Destápalo dame un mabí´´, repite, como buscando saciar la sed que lo agobiaba un poco de refresco a su paladar fue una gota de vida a su agonizante alma. Su barba blanca son testigo del tiempo recorrido por la vida. La casucha con agujeros, puerta de zinc y piso de tierra es su albergue.

Fría Domínguez añade que, no es justo que este ser humano viva en estas condiciones, que han hecho cientos de cartas a las autoridades competentes para que vayan en auxilio de Negro pero que toda han sido en vano.

Milta Villegas otra samarita, cuenta que, los políticos se han hecho de la vista gorda, han ignorado su llamado. Piden que alguien se apiade de este ser humano, que los albergues para ansíanos y las diferentes instituciones ligadas vengan a socorrerlo.

´´Que vida tan negra le ha tocado vivir a Negro´´

Con ayuda se incorpora y deja ver su desnude, en su espalda brotan unas bolas de grasas, al parecer tumores; lucha por establecer una conversación, pero le es casi imposible.

Postrado y acompañado por la soledad espera que la mano divina un día traiga paz a su alma.

¿Pero cuantos ´´Negros´´ tenesmos en el país?