Residentes de la Nueva Barquita, en Sabana Perdida expresaron ante las autoridades los inconvenientes que están afectando en esa comunidad, recibiendo la promesa de buscar soluciones a través de las diferentes instituciones gubernamentales que conforman la mesa.

La mesa está conformada por la Alcaldía de Santo Domingo Norte, la Policía Nacional, Ejército de la República, Migración, Digesett, Intrant, Medio Ambiente, Salud Pública y Educación, entre otras instituciones gubernamentales y de la sociedad Civil cuyo único propósito es lograr mejorar la calidad de vida de la población a través de acciones que impacten directamente en las personas y sus entornos de convivencia. 

Los residentes en la Nueva Barquita señalaron las carreras de motores, venta de bebidas alcohólicas desde hogares y en horarios de toque de queda, lo que a su vez genera fiestas clandestinas en las que se hacen ruidos excesivos, vehículos estacionados en espacios públicos como en las aceras y frente a entradas de viviendas, afectando el libre tránsito de los vecinos, talleres que ocupan las aceras y parte de la calle, así como venta de droga.

El alcalde Carlos Guzmán pidió a los vecinos que denuncien las malas acciones ante los organismos correspondientes, y que no permitan que una minoría afecte la tranquilidad y la paz de una mayoría. De igual manera, enfatizó que la Nueva Barquita es un residencial modelo del que sus habitantes deben sentirse orgullosos por el manejo del mismo y la cantidad de facilidades con las que cuentan.

Mientras que el director regional de la Policía Nacional, José Santana Morillo, también exhortó a la población a colaborar con las autoridades, no callando las acciones incorrectas, ya que eso los convierte en cómplices y se convierten en los más afectados.