El Seibo se llena de pocilgas
Las aguas residuales de las pocilgas van a parar a cañadas y los ríos Soco y Seibo, lo que ha provocado que desaparezcan los balnearios que existían sobre los cauces de estos ríos y que permitían que excursionistas de Hato Mayor, Higüey, La Romana viajaran a esa ciudad a disfrutar de sus aguas.