Grupo Mundial sobre Migración aconseja aprovechar potencial de migrantes

Con motivo de la celebración del acto de alto nivel organizado hoy por la Asamblea General para hablar de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, el Grupo Mundial sobre Migración (GMM) pide que la migración sea un componente clave de la agenda de las Naciones Unidas para el desarrollo después de 2015. 

El GMM observa que uno de cada siete habitantes del planeta es migrante interno o internacional, por lo que la migración es ahora un tema central en la dinámica demográfica mundial y un factor clave en el desarrollo humano.

Se calcula que hay alrededor de 232 millones de migrantes internacionales que envían a sus familias y comunidades en países en desarrollo unos US$ 400.000 millones en remesas, lo que representa más del triple de la ayuda oficial al desarrollo.

Los migrantes desempeñan una importante función como agentes del desarrollo al impulsar el crecimiento económico, la creación de empleo, las inversiones y la transferencia de tecnología y conocimientos.

Aunque no solo son agentes del desarrollo, los migrantes son, ante todo, seres humanos y su desarrollo debería ser la consideración primordial.

Los resultados del desarrollo y la protección de los derechos de los migrantes van de la mano. La violación de los derechos humanos, la xenofobia, la violencia, la explotación laboral y relegar a los migrantes cualificados a trabajos poco especializados socavan la contribución socioeconómica y cultural que podrían realizar a los países de origen y de acogida.

Mientras los dirigentes mundiales debaten en las Naciones Unidas el futuro del desarrollo mundial, el GMM sostiene, por lo tanto, que la nueva agenda para el desarrollo no estará completa si no se tienen en cuenta la migración y sus consecuencias.

Así pues, el GMM considera que la migración, de forma similar al comercio y a la transferencia de tecnología, debería ser parte integrante de una nueva alianza mundial para el desarrollo inclusivo que reúna a todos los interlocutores pertinentes, comprendidos gobiernos, organizaciones internacionales, sector privado, migrantes, patronales, sindicatos, asociaciones de la diáspora y sociedad civil.

La migración se debería incluir en los indicadores y objetivos, donde influye de manera directa en el logro de los objetivos de la agenda de las Naciones Unidas para el desarrollo después de 2015, en ámbitos como la reducción de la pobreza, la salud y las cuestiones de género.

Por ejemplo, si disminuyeran tanto el costo del envío de remesas como los que asumen los migrantes, entre ellos los relacionados con su contratación, se contribuiría de forma importante a la consecución del objetivo mundial de reducir la pobreza.

Asimismo, se podría progresar en el objetivo de empleo productivo y decente para todos mejorando las condiciones laborales, salarios, formación y protección social de los migrantes.

Igualmente, se debería considerar los derechos humanos de los migrantes mediante indicadores mensurables como el acceso de ellos y sus hijos a la salud, la educación y la seguridad social, y el grado de discriminación que sufren en el lugar de trabajo y en la sociedad.

El GMM tiene por objeto promover todos los instrumentos y normas regionales e internacionales pertinentes a la migración y busca enfoques más coherentes, integrales y coordinados para maximizar los beneficios y hacer frente a los desafíos de la migración. Actualmente la OIM se encarga de su presidencia.