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Un dominicano en NY cuenta su experiencia para vacunarse contra la Covid-19

El fotógrafo y publicista dominicano Jesús Durán, establecido en los Estados Unidos de América, nos cuenta su experiencia para ser seleccionado y recibir la primera vacuna contra la Covid-19 en la ciudad de Nueva York.

La experiencia comienza apartir de la segunda semana de Marzo del 2020. Cuando es lanzada la noticia a nivel mundial de una Pandemia. Fuis afectado por el Covid-19. La segunda semana despúes de comenzar la cuarentena en la Cuidad de New York. Vivo aqui desde el 1994. a mis 56 años fue muy doloroso saber que estaba contagiado, por lo que acordamos separame de mi familia y confinarme a una habitacion sin tener contacto con ningunos. Los síntomas que manifesté fue solo la perdida de olor y sabor. Por un periodo de dos semanas y media. No tube ni fiebre, ni dolores de cabeza, ni ningun otro sintoma. A raiz de todo eso a las dos semana y media se fueron todos los síntomas. Y me quede a la expectativa. De esperar por algunos meses hasta que pasára la cuarentena.

A raiz de todo esto llegaron los meses donde comenzarón a hacer las pruebas. Para saber si eramos portadores sanos y resultó que lo teniamos activo todavia, por consiguiente podíamos contagiar a otros.

En mayo me pude hacer la primera prueba. Y salí negativo al virús, pero positivo en los anticuerpos, señal de que si me dío el virús. Seguimos todo el tiempo en protección. Hasta que llegamos a Febrero del 2021. Ya se estaban aplicando las Vacunas en su primera Face. El gobierno clasificó a las personas de acuerdo a una regla, con razón, que ellos establecieron, a saber:

Primero los ancianos, luego los trabajadores esenciales y finalmente la poblacion genral. Yo calificava en dos de ellas. Mi edad ya en ese entonces 57. Y en ese momento desempeñandome en la construción. Ya que fue de los trabajos que habilitaron en la primera face para estabilizar la economia.

Llene mi solicitud via internet. Y me citaron para el sabado 6 de Febrero a la 5:00 pm.

Desde aquí comenzaron a surgir algunos momentos de dudas. De si me la pondría o no.. también mi esposa estaba en la misma situación. Ella también calificaba. Por su trabajo de cuidado de ancianos, como trabajadora esencial. Ambos conversamos en varias ocasiones sobre si debíamos ponérnosla o no. De hecho la situación de mi esposa era diferente a la mia. A ella no le había dado el virús, pero a mi si, entonces no sabíamos cual podría ser la reacción en su cuerpo. Ya que se escuchan muchas noticias sobre la reacción de la vacuna. Recuerdo que el mismo día antes de ella ponérsela, la llamé del trabajo en la mañana y sentía esa indecisión de si debería ponérsela o no, o más bien esperar un tiempo, pero los argumentos que me dió me convencieron.

En cuanto a mi, seguía con la misma incertidunmbre, llegado el día sábado 6 , a las 5:00 p.m., legué a mi cita. Había una fila enorme, casi unas 200 o 300 personas y llegando más. Todos a hacer la fila. Los que teníamos citas y los que no tenían también, independientemente de la hora, habían algunos que su cita era a las 4:00 y todavía no lo habían atendido. Ni modo dije, a esperar. A la hora y media aproximadamente ya esta entrando al recinto, recuerdo que ese día estaba muy frio, por la temporada de invierno y ya había caido una buena nevada.

Ya dentro del recinto, me tomarón la temperatura, nos pidieron los documentos de identificacion y prueba de dirección, para saber si éramos residentes de la cuidad de NY. Confirmado todo esto, me pasarón a una trabajadora social. Todo esto en un ambiente de distanciamiento social y siempre con la mascarilla puesta. Ya con la trabadora social, confirman todos los datoa con algunas preguntas, tales como:

Si tenía síntomas de fiebre

Si había ido a una sala de emergencia las últimas semanas

Si tenía alergia a algún medicamento o alimento

Si sufría de presión alta o baja

Si sufría del corazon

Y otras más que no recuerdo.

Ya estaba listo para ponerme mi primera dosis. Me pasan a un segundo niven del edificio, donde habían quizas unos 20 o 30 cubículos de unos 10 pies cuadrados.

Ya ese ese momento todo estaba en calma, en mi mente y en mi corazón. Ver como tantas personas estaban haciendo lo mismo. No podría ser algo tan riegoso como decían. Habían profesores, policias, lo supe porque se identificaban y a ellos len daban prioridad al igual que a los ancianos de más de 70 años.

Llegada la hora de la aplicación de la vacuna, ya estaba relajado y tranquilo. Me la pusieron. Y al momento no sentí, nada solo una leve picadura por el pinchazo.

De ahí me pasaron a una sala de espera, con los demás, guadando siempre el distanciamiento, donde habían dos paremédicos, debía esperar hay por 15 minutos para ver si se manifestaba alguna reacción; Al cumplirse el tiempo me hacen algunas preguntas, como ¿si sentia algo que no era normal en mi cuerpo?

Bueno, aqui estoy en espera del sábado 27 de febrero a las 3:30 pm. Donde me estaré poniendo mi segunda dosis.

A seguir creyendo en que Dios tiene todo bajo control y en la ciencia, pues ella nos fue dada para salvaguerdar la vida.

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