Procuraduría "mete presos" a periodistas invitados

Decenas de periodistas invitados a la cárcel Najayo por la Procuraduría a ver el desmonte de los privilegios de los presos, fueron recluidos en la zona de visitas conyugales y no pudieron comprobar el anunciado desmonte.

Cuando los periodistas llegaron a las diez y media de la mañana, tuvieron que esperar más de dos horas al director de prisiones , durante la espera fueron llevados al pasillo de citas conyugales, donde permanecieron por casi una hora literalmente como "presos", aguantando el hedor del sudor de los compañeros de celdas que tenían como vecinos.

Domínguez Brito dió la orden al Director de Prisiones, Mayor General Tomás Holguín de la Paz, de que ningún recluso disfrutara de comodidades tales como el uso de parábolas, laptops, aire acondicionado, ect., sin embargo, al general pensionado de la policía, se le debieron de olvidar esas instrucciones en la cárcel de Najayo sección masculina, porque todo lo prohibido estaba en su lugar.

El procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, dispuso la eliminación de los aires acondicionados y otros privilegios que existen en las cárceles del país que aún operan dentro del modelo tradicional de prisiones.

Para sorpresa de los comunicadores, lo único que pudieron constatar fue que los priovilegiados seguían disfrutando de sus condiciones apesar de la que la información que se les ofreció através de uno de los funcionarios penitenciarios correspondía a que los materiales de "lujo" sí habían sido desmontados y repartidos entre los familiares de los reclusos.

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Las fotos del área donde están los banqueros y narcotraficantes, se hicieron desde el techo porque no permitieron la entrada de los periodistas a las celdas de lujo que estos tienen en la cárcel de Najayo.

El general (r), director de prisiones Holguín de la Paz al ser cuestionado acerca de el paradero de los equipos desmontados, justificó que este material de "lujo" había sido entregado a los familiares de los reclusos, porque éstos fueron trasladados a otras cárceles del país.

Y como forma de no perder sus propiedades, dijo de la Paz, los reclusos entregaron las pertenencias a sus familiares.

Como ayer era día de visita conyugal, la esposa de un recluso privilegiado al parecer se lo olvido que a su marido lo habían trasladado de penal y se enteró cuando los periodistas les dieron la información. La mujer no quiso identificarse y salio del área donde estaban "presos" todos los comunicadores.

Los fotoperiodistas sagazmente  se subieron al techo de Najayo (Hombre) y lo que vieron desde allí, era lo contrario de lo que estaba informando el oficial superior puesto en retiro de las filas policiales, pero techado de virtudes para ser designado en el cargo.

Ante la pregunta de cuantos aires, televisores, paneles solares y laptops, se han desmontado, Holguín de la Paz, no supo que contestar y por insistencia de los periodistas por conocer el número, solo dijo "no se, no los he contado", mientras el techo del penal estaba preñado de parábolas, ventiladores de los aires acondicionados, varios de los cuales funcionando (día de visita conyugal), paneles solares para producir energía y decenas de baterías para la generación eléctrica.

La joven directora de prensa, sabiendo que ya los periodistas habían visto todo lo contrario de lo que afirmaba en director de prisiones, se veía preocupada por la situación a tal punto que los mismos comunicadores les dieron ánimos.

Los periodistas solo se preguntaban "¿cuándo es que vamos a salir de aquí?".

Al verse descubierto el director de prisiones, que hasta calentadores de agua que vieron los periodistas, éste sólo atino decir, "recuerden que las cosas se hacen por parte y si usted le pone un suero a toda capacidad a un interno, se va a morir, no se va a sanar y esto es un proceso que esta dando problemas y lo hacemos por parte", dijo

Sin embargo, esa parte a donde primero llegó fue a los presos hijos de machepa, que no tienen donde caerse muerto, mientras que los que verdaderamente gastan mucha energía eléctrica, son los reclusos privilegiados, a los que el Estado les paga sumas millonarias, según lo dicho por el propio procurador Domínguez Brito, a esos todavía no les llega el desmantelamiento.