Ambas medidas fueron adoptadas considerando que la inflación retornó al rango de 4 % ± 1 % al cierre de mayo de 2023.

Desde finales de 2021 se han venido restringiendo el flujo de dinero en la banca, para retirar parte del dinero que se puso a circular durante la pandemia con una tasa baja para incentivar el comercio y garantizar la estabilidad monetaria.

Estas restricciones, sumadas a los factores externos como la guerra en Ucrania generó un aumento de la inflación en los primeros meses del año 2023. Con estas medidas, más la baja del barril del petroleo por debajo de 70 dólares el barril, se espera que contribuyan a garantizar la estabilidad económica del país y bajen los precios de de la canasta básica.

Dichas medidas de liquidez de la Junta Monetaria comprenden la liberación de recursos del encaje legal por unos RD$34,000 millones, equivalentes al 2 % del pasivo sujeto a encaje legal, fueron tomadas en su sesión del 1 de junio de 2023.

La vigencia de la estas medidas será de cuatro años y los préstamos podrán ser solicitados los bancos múltiples, asociaciones de ahorros y préstamos y demás intermediarios financieros, quienes tienen disponible el dinero al 9% de interés anual en el Banco Central para luego ser prestados a sus clientes y así promover el flujo de financiamiento en condiciones favorables hacia los sectores productivos y para adquirir viviendas de bajo costo mediante préstamos interinos.

Adicionalmente se creo la facilidad de liquidez rápida (FLR) por RD$60,000 millones, con el objetivo de proveer de liquidez adicional al sistema financiero y facilitar el financiamiento al sector privado, a una tasa de interés no mayor al 9 % anual por dos años. El Banco Central otorgará estos recursos a las entidades de intermediación financiera a una tasa de interés de 3 % anual, garantizados con valores emitidos por el Banco Central y el Ministerio de Hacienda.

Del dinero prestado por el Banco Central durante la pandemia del COVID-19 ya han ingresado RD$114 mil millones de estas facilidades, contribuyendo a la desaceleración de los agregados monetarios, proyectando que con estas medidias la inflación se mantendría dentro del rango meta de 4 % ± 1 % a largo plazo.