Durante el encuentro, celebrado en el Ministerio de Defensa (MIDE) y con una duración de dos horas, los líderes compartieron un diálogo calificado como franco, patriótico y constructivo.  

Acompañaron al presidente el canciller Roberto Álvarez, el ministro de Defensa, Carlos Antonio Fernández Onofre, altos mandos militares y diplomáticos, entre ellos el embajador dominicano en Haití, Faruk Miguel. 

Luego de una presentación técnica sobre la situación fronteriza y de seguridad, Abinader sostuvo una reunión privada con los tres exmandatarios, en la que definieron acciones estratégicas conjuntas. 

Cuatro acuerdos clave para enfrentar la crisis haitiana 

Del encuentro surgieron cuatro compromisos fundamentales: 

Crear espacios de trabajo permanente entre el Gobierno y los expresidentes para definir una política nacional frente a Haití. 

Convocar al Consejo Económico y Social (CES) para consensuar propuestas concretas. 

Proveer informes periódicos a los exjefes de Estado sobre la seguridad nacional relacionada con Haití. 

Impulsar una política exterior unificada, basada en reuniones bilaterales entre el presidente y los expresidentes. 

“El tono de esta reunión fue de compromiso patriótico, escucha respetuosa y acción responsable. Se trata de un mensaje claro: ante una amenaza común, la República Dominicana actúa como una sola nación”, declaró Homero Figueroa, vocero del presidente Abinader. 

Unidad nacional frente a un escenario regional crítico 

Los líderes coincidieron en que Haití atraviesa una de las peores crisis de su historia: sin gobierno funcional, con zonas controladas por bandas armadas y sin servicios básicos para su población. Frente a este panorama, respaldaron las gestiones diplomáticas dominicanas ante la ONU, OEA, CARICOM, Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea, en apoyo a una misión multinacional para fortalecer la Policía Nacional Haitiana. 

También fueron informados sobre los avances en la verja perimetral inteligente, el despliegue militar y la inversión en tecnología para proteger la frontera. Además, apoyaron el plan de desarrollo para las provincias limítrofes, con enfoque en salud, educación, infraestructura y empleo como parte de una estrategia integral de seguridad. 

En cuanto a política migratoria, reafirmaron el compromiso con una aplicación firme de la ley, respetando los derechos humanos, y reiteraron que la República Dominicana no puede enfrentar sola el peso de la crisis haitiana. 

Un mensaje de madurez política 

El presidente Abinader y los expresidentes concluyeron que el encuentro representa un hito de unidad nacional y madurez democrática. “Por encima de las diferencias políticas, se impone el deber patriótico de proteger la soberanía, la estabilidad y la democracia del país”, destaca el comunicado conjunto. 

El Gobierno considera esta reunión como una señal clara: frente a desafíos de gran magnitud, la República Dominicana responde con unidad, responsabilidad y visión de Estado.