Jesús
- Escrito por Rafael Fafa Taveras
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- Publicado en Creencias
Te veo surgir de las aguas de los tiempos, limpio, incorruptible imponente. La dureza y la mansedumbre de tus palabras abriendo surcos, iluminando temores, desafiando lo establecido, indicado el más alto camino de redención al proclamar la igualdad del género humano y establecer el amor y la verdad como las supremas virtudes de la vida.
Cercado por la opresión y la discriminación jamás conciliaste con el abuso de que era objeto tu pueblo ni buscaste las sombras de los
poderosos para protegerte, adulándolos.
Jesús, te veo surgir de las aguas de los tiempos, entregados a lo demás,sirviendo la paz los perturbados, la salud a los enfermos, consolando al triste , dándoles el pan a los hambrientos, condenando al avaro, viviendo entre los humildes y defendiéndolos.
Jesús, te veo surgir de las aguas de los tiempos con la sagrada túnica de la justicia, sin dobleces ni preferencias, con el rigor de la verdad y las más altas banderas del perdón.
Mucho antes de que nadie hablara de globalización sin negar tus raíces, no hiciste diferencias entre tu pueblo y los otros pueblos, ni en los matices de la piel, ni en los apellidos, ni en las jerarquías políticas o religiosas, ni en tu época y las que vendrían después. Todos, absolutamente todos, en todas partes y en todas las épocas, éramos y somos hermanos.
Nacido de un mundo que era la negación de todo lo que proclamabas, no te seducían las apariencias ni las mentiras ni te acomodabas por conveniencia a nada establecido.
Con mansedumbre desafiante, fuiste y eres, el más sublime subversivo y ninguna esfera de la vida escapa de tus mensajes.Recogiste las mejores aspiraciones de los seres humanos, sellándola con tu martirio y sembradora en la historia para siempre. Dos mil años después estas aspiraciones, andan buscando su lugar en un mundo que las aceptas solo, como declaración universal o esperanza, a la que le ha llegado su tiempo todavía.
Jesús, ahí está tu fuerza mundana, eres la Utopía terrestre, el sueño colectivo más puro y amplio, el desafío más contundente para la santidad y tal vez, la mejor garantía para que alcancemos el paraíso que algunos de tus ministros han colocado únicamente después del infierno de la vida.
En estos días de semana, los templos se llenan de gente, creyentes o no, simplemente para recodar tu muerte.Para recordarla como ofrenda de amor martirio, yo prefiero en cambio recordarte como desafío de solidaridad frente a los que sufren frente a los olvidados de la fortuna que viven y se consumen como si no fueran hermanos de los tantos que se confiesan en tu fe y que dicen seguirte.
Yo quiero recordarte en tu integridad y transparencia a pesar de la traición y del olvido tus valores porque lo predican. Yo quiero recordarte en tu magnifica resignación frente a las masas que prefirieron la libertad de barrabas frente a la tuya. Quiero recordarte en tu coraje en el monte calvario, al no permitir que el dolor te nublara el amor que te nutrió en la vida.