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La sociedad y el Consejo Electoral Provicional (CEP) deben sancionar los responsables de las violencias del domingo 9 de agosto

Por Fred Brutus. Los numerosos actos de violencia que marcaron el proceso de la votación el domingo, 9 de agosto deberían interpelar la conciencia además uno y llevar las fuerzas sanas de la Nación a lanzarse a la batalla para firmar la sentencia de muerte de un sistema que falló.

Fred Brutus

Era verdaderamente lastimoso el espectáculo de grupos de mangantes manipulados por políticos agusanados que le rompían los centros electorales a Puerto Príncipe, en el Plató central, en el Sudeste y por todas partes en el país. Esta violencia venía de este sector que cuenta con confiscar el aparato de Estado fines de acumulación de poder personal, de enriquecimiento ilícito, sin preocuparse de intereses superiores de la Nación.Es la razón principalmente por qué el pueblo haitiano debe quedar movilizado y vigilante para no perder su voto. No debe dejar "el oficialismo" imponerle los resultados tirados de todas las irregularidades que jalonaron el día del 9 de agosto de 2015.

Era muy evidente que estas elecciones representaban la oportunidad ideal para el pueblo haitiano de sancionar un grupo de aficionados y de políticos desleales. El pueblo se preparaba para tirar su tarjeta roja para echar la violencia del patio de recreo democrático. Pero, desgraciadamente, el Consejo Electoral Provisional (CEP), no podía hacer frente eficazmente al " bandolerismo legal ", a las maniobras irregulares y violentas de ésos pasados dueños por el arte de traficar las urnas, de barrenar elecciones en las zonas donde sus intereses parecen ser amenazados. ¿Que podía hacer el CEP frente a lobos que entraron en el aprisco, por la fuerza de las armas y el intérprete de su posición de autoridad? Casi nada.

Es allá dónde interviene el papel de las élites intelectuales y fuerzas sanas del país para solidarizarse con trabajo del CEP frente a esta orientación cada vez más violenta de las prácticas políticas. El dueño palabra: salvar el proceso democrático. El CEP, a través de la experiencia del domingo, 9 de agosto, debe saber ahora que es responsable del desguace y del cierre de los centros electorales en los diferentes lugares del país. En una palabra, la tarea del CEP, en los próximos días, será sancionar y hasta llevarse del proceso a todo individuo de quitar del proceso a todo individuo y toda organización política implicados de cerca o de lejos en estos actos de violencia que hicieron a muertos y daños materiales considerables.

Este domingo, 9 de agosto, me sentía indignado. Di la vuelta a varios medios de comunicación para denunciar la violencia que esmaltaba el proceso del voto. No dejaba de lanzar llamadas vibrantes para llevar el pueblo que se suelda al CEP para defender estas elecciones cuya anulación tendría consecuencias graves como el país. Nosotros de la inteligentita, tenemos una responsabilidad pesada de salvar este país, de liberarlo este sistema que nos hizo la risotada del mundo entero. Estos " comediantes al poder " deben decir adiós al final del juego democrático.

Me abstendré de hablar de la irresponsabilidad de los pasantes. Pero francamente, no comprendo la negativa de los pasantes de implicarse abiertamente y valientemente en el combate político. Recientemente, un intelectual, a quien hablaba del papel que deberíamos jugar en la caída de este sistema actual carcomido y desfalleciente, me decía que valdría más esperar que el sistema se derrumba antes de implicarse. ¡Qué ironía!

El elogio de la política de espera, el elogio de esta pasividad me recuerda con una gran tristeza la irresponsabilidad de varios sectores importantes de la vida nacional. O también la irresponsabilidad de un antiguo funcionario gubernamental que intenta explicarse a la opinión pública por qué va a escoger no votar en estas elecciones, Mientras que la experiencia de estos últimos años probó que el boletín de voto podía válidamente reemplazar la violencia de las armas e introducir la paz y la estabilidad en el juego político.

La comunidad internacional por su parte, después de haber errado sobre toda la línea en sus opciones políticas y sus elecciones de los más discutibles durante décadas pasadas, todavía tiene la oportunidad de cambiar de opinión para sostener las franjas sanas de una sociedad que se deteriora día tras día. Así habrá parado su ciclo interminable de fracasos en el país.

La experiencia de este domingo, 9 de agosto muestra que cada uno debe implicarse, con tanta pasión como coraje, si hay que salvar este país del caos y de la anarquía que lo amenazan. Así como lo dije más alto, el CEP debe tomar las decisiones que se imponen para evitar el ensayo de tales actos de violencia contra los ciudadanos y actos de vandalismo del material de una institución que constituye el pilar de la alternación democrática la que el país necesita tanto.

¡Viva las elecciones democráticas pacíficas! ¡A bajo la violencia! ¡Viva Haití!

Puerto Príncipe, el 10 de agosto de 2015

 

El autor es candidato presidencial de Haití.

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