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¿Sociedad sin árbitros?

A la constitucion dominicana, de ahora en adelante, habra que interpretarla y concebirla como un documento esencial de organizacion de los partidos politicos, cuya finalidad deberia asegurar la gobernabilidad democratica con conviccion de futuro. Ha de tener, por ello, la virtualidad de otorgar debidas respuestas normativas a las multiples realidades institucionales que se presenten, con aptitud ademas de afrontar escenarios de crisis con cierto grado de eficacia.

Es decir, no la actual degradacion sistemica.

Como consecuencia se desprende la afirmacion de que no resulta razonable optar por un resultado interpretativo que permita bloquear la gobernabilidad, o, por ejemplo, reservar 4,500 candidaturas de golpe y porrazo y decidir la situacion socio politica por medio de encuestas. Eso es un abuso.

Todo eso conlleva a sostener la preferencia por la competencia democratica sin delegacion y ser capaces de conjugar los preceptos constitucionales de manera armonica, con la fisonomia real del sistema y su aptitud para dar respuesta a ellos.

La dimension y el alcance de la interpretacion constitucional puede decirse que han estado en funcion de la gravitacion institucional que la actividad jurisdiccional ha detentado desde los grupos economicos en conflicto no asi de lo que detenta el ordenamiento juridico. Una barbaridad.

El aquilatado prestigio de la Junta Central Electoral se fue al precipicio. Su solvencia cientifica o la responsabilidad y respetabilidad de su investidura judicial ha contribuido a determinar margenes electorales de actuacion individual.

Como funcion ejercida a plenitud, la democracia surge merced de los derechos fundamentales que da luz al control de la constitucionalidad.

O la constitucion controla a las elites partidarias o cualquier ley contraria a ella o cualquier estatuto partidario o el populismo neo liberal mediatico controlara a la constitucion. Alli entonces, en esa selva los jueces pasan a ser sustitutos de la voluntad popular en lugar de la interpretacion del conflicto pues los articulos constitucionales mas claros se tornan imprecisos frente a casos concretos de ilegalidad y por lo tanto estos demandan un proceso aun mas interpretativo.

Para atemperar dicho desastre organizacional, la mismas jurisdicciones electorales, por ejemplo, auto limita sus facultades, renunciando a la tarea interpretativa y de control de la constitucionalidad respecto de ciertos actos bochornosos, dando a luz las denominadas cuestiones politicas no justiciables. Esta doctrina neo populista es una auto limitacion y tiene un origen partidario reprochablemente vigorosos hoy en dia.

Es que es un desorden. De esta forma, se han venido sorteando situaciones comprometidas, pero en ese transito, principios y valores constitucionales han quedado sin anclaje normativo y el pais en una situacion de zozobra frente a los embates de los poderosos. Una verguenza total.

Ante esta postura de actitud interpretativa, que convierte a un juez electoral en una convencion permanente, reacciona la escuela del tigueraje politico postulando una ley de partidos y una reforma a la ley electoral.

Risa da esa vaina. Integrada las partes en conflictos por dos grupos economicos bien definidos, una dogmatica con derechos individuales de clase y de posiciones juridicas homogeneasy la otra de una supuesta regulacion de ese ejercicio, la imputacion, si la hubiere, deberia ser de un caracter delictivo, y es que, es el mismo orden quien crea el desorden.

El propio diseno de la constitucion de 2010 tuvo influencia en la actividad interpretativa, imponiendo reglas a los operadores jurisdiccionales, lo que resulto de algun modo en una combinacion de vertientes politicas.

El control judicial difuso de la constitucionalidad dio cobertura para receptar los criterios amplios de interpretacion seguidos por la jurisprudencia vegetativa.

Por otra parte , la constitucion sigue siendo un conjunto de enunciados sin valor socio cultural aplicable, integrada a una serie de mecanismos politicos partidarios y economicos, sin derechos ni garantias reales,y posee una organicidad falsa en tanto los derechos fundamentales son borrados , en algunos casos convirtiendo de manera inescrupulosa la discrecionalidad en un ambito de legalidad.

La linea doctrinal del populismo mediatico y politico se va imponiendo con una vertiginosa relevancia.

Debemos reconocer que la democracia dominivcana va perdiendo la partida bajo el control de la subjetividad y de las fuerzas normativas. Se trata de una fuerza impropia, que desmotiva y desordena la vida politica.

La necesaria reforma constitucional es inminente dado que en la actualidad se insufla una nueva precariedad historica virando asi de origen la posibilidad de gobernabilidad.

Cuidado si la sociedad se esta quedando sin arbitros y totalmente desamparado. Yo creo que si.

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