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¿Para qué sirvió el Ministerio de la Mujer?

Mis queridas mentoras Gladys Gutiérrez y Grace Coiscou Weber:

Tengo una especial fascinación por leer entre líneas lo que se dice pero no se dice, y por leer la letra chiquita de los contratos. Por eso desarrollé la manía de andar con dos pares de lentes en la cartera, unos para lo obvio y otros para lo imperceptible. A pesar de eso, sin ninguno de los dos, esta semana he visto escenas muy interesantes de la misma película: una protagonizada por Janet Camilo y otra por el caudillo de Higüey.

Y es que cuando estoy holgazaneando me encanta ver noticieros. Y, ver a Amable Aristy me llena de morbo. Cuando escucho su voz de moribundo me paro frente a la tele a reirme sola de sus cirugías, implantes de pelo, lentes de oro, chacabanas irrepetibles, barba de personaje de caricatura y segura desfachatez en sus palabras.
Ah. Pero que lo observe con intención burlona no significa que no escuche lo que dice, porque siempre da un adelanto de lo que trae la película política del país.
En un encuentro de poca monta con un reportero, y saliendo del Palacio Nacional, daba la notícia de ayer, esa que como diría mi estimado salsero ido a destiempo Héctor Lavoe, "...nadie más procura ya leer".
Vino el disparo de Amable, y lo puse en pausa para esperar la reacción de las feministas de las ONGs, de las compañeritas de la seccional femenina de los partidos, del secretariado de la mujer del PLD, de las periodistas, de las marchadoras, de las marchantas que cobran sueldos en el Ministerio de la mujer.
Pues el caudillo de Higüey se despachó un diamante: "Estamos discutiendo qué vamos a hacer con la cuota de la mujer porque en los municipios no hay mujeres suficientes que puedan ocupar los puestos".
Mi espera ha sido en vano. Lo dijo un cacique, pero como que no lo dijo.
Mi otra actriz, a quien también le observo sus cambios de color de pelo, y su manicura casi perfecta, aspectos en los que somos parecidas, la flamante y a veces flameante ministra de la mujer, aparece en unos videos que rápidamente han desaparecido, como mentora de Marlyn Martínez en toda su campaña como candidata a diputada por el PRD. Y aunque se movió rápido la Janet consiguiendo la expulsión del partido de la madre asesina después que el gobierno la canceló de un puesto botella que deja al descubierto parte del desastre político del país: subdirectora de pasaporte con asiento en Salcedo. ¡válgame Dios!
Entonces la Camilo se despacha con que: "Hay que cambiar la concepción de la família que tenemos los dominicanos" y con eso quedó resuelto su accionar frente a los casos de las chiquitas asesinadas en Cenoví, Nigua y Fantino.
Creo que la clase política dominicana está filmando una interesante película para competir por los Óscares en el 2020:
-ya no habrá mujeres para las candidaturas de los partidos,
-los feminicidios serán recordados como el genocidio femenino del país, -el especimen mujer será estudiado por un arqueólogo,
-que la mujer tuvo una vez un ministerio encargado de propiciar las políticas de su exterminio.
El Ministerio de la Mujer ha tenido como su más grande logro la invisilización, silenciamiento y enajenación de la mujer dominicana.
Oh por Dios las recuerdo como hoy, en el Cine Independencia, 1975, Gladys Gutiérrez, Grace Coiscou Weber reuniéndonos para construir una vanguardia de mujeres visibles. Ahora creo que perdimos esta batalla. Necesitamos promover un pensamiento nuevo para una sociedad nueva. Como guerrera sé que hay que limpiar las heridas y afilar la espada para empezar de nuevo.

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