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¿Cuántas viviendas se pueden construir en la Rep. Dominicana con 11 mil millones de dólares?

Domingo Abreu Domingo Abreu

La cifra está en las noticias. Fue la cantidad de millones de dólares que perdió Elon Musk al estallar la nave Starship y fracasar su intento de tener una línea extraterrestre para viajes alrededor del Planeta y alrededor de la Luna, claro, para quienes puedan pagar semejante paseo.

Ya estaban en “lista de espera” tres o cuatro de los hombres más ricos del Planeta. Difícil que quieran darse ahora ese “tour” luego de la explosión de la Starship.

Pero mi interrogante es la que está al principio: Cuantas viviendas pudieran construirse con 11 mil millones de dólares en RD?

Con cálculos simples podemos decir que pudieran construirse 600 mil viviendas, dignas, buenas y seguras. O sea, se resolvería el problema del déficit de viviendas en todo un país.

Pero en vez de tener esos 11 mil millones de dólares para algo bueno y necesario, se invirtieron en un capricho de gente megamillonaria, cuyas excentricidades ya no son cosas de este mundo, sino siderales.

Esos 11 mil millones de dólares se perdieron en 4 minutos, tiempo que vivió el proyecto espacial más caro que ha visto La Tierra en sus 5 mil millones de años de vida.

Tengo otra interrogante: Todavía va a esperar la gente algo humanamente provechoso de Elon Musk?

Según sus propias declaraciones Musk está encaminando otro proyecto mayor, la empresa “X.Al”, especializada en inteligencia artificial. “La nueva tecnología deberá buscar la “verdad máxima” y “tratar de comprender la naturaleza del Universo”, según una entrevista ofrecida a través de Fox News.

En realidad, poco falta para que este señor se declare como la mano izquierda de Dios, por la mano derecha (según sus propias declaraciones) lo fue Peter Munk, creador del imperio minero Barrick Gold, quien aseguró que “Dios le había concedido el poder para sacar a la luz todo El Oro necesario para acabar con la pobreza del mundo”.

Con líderes mundiales así, y con gente que baja la cabeza en vez de actuar en sus propios países, el futuro de países como el nuestro no es “futuro”, sino “tufo a cianuro”.

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