Hace tres décadas, la República Dominicana dio su primer paso hacia el universo digital. El 5 de mayo de 1995, la empresa Codetel (hoy llamada Claro) inició formalmente la comercialización del servicio de Internet. Era una novedad casi mítica: pocos entendían su función, y muchos lo veían como un lujo para universidades, empresas o tecnologías futuristas. Pero en realidad, ese momento marcó el inicio de una revolución cultural, económica y social que, aunque silenciosa, cambiaría para siempre el rumbo del país.