Durante sus 82 años de existencia, la Liga Municipal Dominicana, nunca tuvo la oportunidad, como ahora, de materializar su misión. Eso de promover el desarrollo municipal, mediante el apoyo técnico y la capacitación, para que las alcaldías brinden servicios de calidad a la población, era letra muerta. La corrupción y el clientelismo, entre otros manejos politiqueros, se comían la institución. Pero con las nuevas autoridades luce que las malas prácticas quedarán en el pasado.