Plan Nacional de Desarrollo: Esa es la reforma del presidente
- Escrito por Ramón Bienvenido Ramírez Vásquez
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- Publicado en Opinión

Leyéndole la sana intención al presidente Luís Abinader, hubo un cruce nefasto en la estrategia económica al presentar el menú al pueblo dominicano.
Cuando uno consulta al menos ducho político de cualquier buhonero sobre la situación económica del país, sin pausa podría responder que mala, con una probabilidad en más de un noventa por ciento.
Por ésa percepción casi generalizada, se hace impostergable redefinir el modelo económico nacional, a través de una estrategia de saneamiento del gasto, e identificación de fuentes potenciales de captura de dinero rápido.
¿Dónde estuvo el error del señor presidente? Muy fácil. Lo primero es que no debió hablar de reforma, porque el pueblo está traumado con el término.
Pero hubo otro entuertos pocos tácticos en la fortaleza de su sana estrategia. Él debió hablar de último, dejando que el foro social le ayude en la articulación del plan de desarrollo que demanda la nación.
Debo resaltar que la estrategia del presidente sobre el país es la más novedosa y ajustada a la cruda realidad económica del momento. Pero le falló el andamiaje táctico.
El presidente Luís Abinader sabe que este pueblo es el mejor insumo para ayudarle a identificar fuentes de recursos frescos. Se demostró con "pelos y señales a través de las Vistas Públicas".
En consecuencia, el momento demanda que el presidente pueda reformular sus brillantes intenciones económicas frente a su agenda de desarrollo para los próximos cuatro años. Incluso, ya hay varios expertos colaborando sin demora para que el país avance.
Ahora bien, hay que entender que el desmonte fiscal debe ser desde arriba hacia abajo. Porque los de abajo muchas veces ni de presupuesto disponen. Su economía depende de las externalidades. Las aventuras, y el día a día.
Lució inverosímil, absurdo, y hasta risible, hablar de tributos, gastos, y otros recaudos, justo en el congreso donde el dispendio de recursos de ambas cámaras es una vergüenza nacional, a través de los famosos barrilito y cofrecito. Dos fuentes intocables.
Las exenciones, las exoneraciones, y otras fuentes afines han salido a flote para ayudar al presidente a abonar el cantero económico que ha de quitar presión a la canasta familiar.
El gasto por concepto de publicidad debe reducirse considerablemente hasta por dos años. Incluyendo viajes al exterior, fiestas con gastos millonarios, y salarios de lujos de funcionarios que no funcionan.
Pero hay algo que pocos economistas han resaltado. Y es el desorden económico que impera en los mercados fronterizos. Donde el gobierno debe poner filtro a cada transacción.
En esos mercados fronterizos se evade millones de dólares a través del caos y la falta de control oficial. Pero nadie dice nada.
En ése sentido, vamos todos a colaborar explorando fuentes de robustecimiento para la economía. Enfatizando siempre la evasión.
Debo resaltar señor presidente, que este pueblo es tan noble, consciente y maduro, que si usted comienza apretando bien fuerte arriba, también tolera algún tímido apretón abajo.