"‘Perdónalos, no saben lo que hacen’: El grito de la Tierra crucificada por el pecado ecológico"
- Escrito por Augusto Valdivia
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- Publicado en Opinión

En el Sermón de las Siete Palabras, el Padre Roberto Martínez De los Santos vinculó el perdón de Jesús en la cruz —“Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lc 23,34)— con la crisis ambiental actual. Denunció que, mientras la gente sencilla carga con la culpa del deterioro ecológico, grandes corporaciones (responsables del 71% de los gases de efecto invernadero) actúan con plena conciencia de su daño. “El ‘hombre verde’ es una ficción para ocultar a los verdaderos depredadores”, afirmó, citando la encíclica Laudato Si’.
El sacerdote dominicano cuestionó la narrativa de que “todos somos responsables” del cambio climático. Señaló que, tras cumbres como Río 92 o París 2015, los problemas ambientales empeoraron porque “se culpó a una abstracción: el ‘nosotros’”, mientras empresas mineras y energéticas expandían sus operaciones. “Jesús no pidió perdón para los sumos sacerdotes que sabían lo que hacían”, advirtió.
Con ejemplos locales, Martínez De los Santos alertó sobre la fragilidad de República Dominicana: ríos secos, bosques desaparecidos y enfermedades vinculadas al calentamiento global. “Antes nos bañábamos en los aguaceros; hoy el agua está envenenada”, lamentó, culpando a megaproyectos extractivos y políticas públicas cortoplacistas, heredadas desde la colonia con la minería, la caña de azúcar y el turismo mal planificado.
El sermón hizo un llamado urgente a transparentar los procesos económicos que impactan el medio ambiente. “El Estado debe priorizar a las comunidades, no a las empresas”, exigió, refiriéndose a conflictos como los de Cotuí o San Juan, donde la minería “salía más barata” que las alternativas sostenibles. “No es progreso si destruye la Casa Común”, citando al Papa Francisco.
La solución, propuso, requiere educación ambiental, políticas audaces y jóvenes formados en ecología. “Necesitamos sanear el Ozama e Isabela, convertir los ríos en orgullo nacional”, dijo, y pidió que los políticos incluyan estas demandas en sus campañas. “El ambiente será el tema del siglo XXI”, insistió.
Criticó la manipulación militar de conflictos socioambientales, como los registrados recientemente en comunidades campesinas. “Detrás de las bombas lacrimógenas están los que sí saben lo que hacen”, afirmó, parafraseando a Jesús. “Perdón para los engañados, pero los culpables deben arrepentirse como el Buen Ladrón”.
El mensaje cerró con un desafío a la Iglesia: “Formémonos en ecología sin amarillismos, pero con ocupación concreta”. Una advertencia profética: “La Tierra clama, y Dios pregunta: ‘¿Dónde está tu hermano río?’”.