Festigagá radiografió la alegría, necesidades del Gagá y cómo el fascismo toma el cuerpo social en RD. 1/3

Tienen más o menos tres décadas convocando conciertos como el del pasado sábado, esta vez en el Centro Cultural de España, para con su arte, su palabra, su quehacer cultural, lograr que participantes conozcan de la manifestación cultural y religiosa “El Gagá”, así como que colaboren para que el legendario Gagá de La Ceja pueda realizarse en la Semana Santa.

Ese grupo de artistas, coherentes, sólo disminuidos en número por la partida física de algunos, o porque en el momento, no están en el país, insisten en convocarnos, en enseñarnos con arte que hay otra República Dominicana, dispuesta a dialogar, que cultiva día a día la cosmogénesis afro, que tenemos que descolonizar nuestras mentes, y amar, proteger, promover la diversidad cultural de nuestra nación, país tan variopinto como los colores de los pañuelos bailados en el gagá, y con ello vivir una vida más acorde con nuestra composición étnica y nuestra historia de resistencia en pos de la dignidad humana y el respeto a la multiculturalidad.

Ese grupo de incansables artistas nos convocan hoy en una sociedad cambiada, aún en la “era democrática”, pero tomada como nunca por el fascismo, por el neo-trujillismo.

Trato de remontarme a finales de la década de los noventas del siglo pasado, cuando junto a amigxs y familia participé en la fortaleza Ozama en un multitudinario concierto, me recuerdo que participé con mi traje africano azul turquesa, que uno de los amigos que nos acompañaba, me había traído desde la tierra de Patrice Lumumba, El Congo, y mucha gente pensaba que esta “estrella” subiría al escenario. 

Para atar cabos, llamé a la maestra de la danza dominicana y fundadora de la Escuela Kalalú Danza, Marily Gallardo, y me dice que el concierto se llamaba “Artistas por el Gagá”.

Sobre su encuentro con el gagá dice que lo conoció a través de los artistas Luis Días, Irka Mateo y Tadeo De Marco: “yo me volví loca con el gagá”, desde entonces ha repetido su visita al Gagá La Ceja por alrededor de 36 años. Nunca olvidará que estaba embarazada de Zahir, voz líder de la banda musical, Gran Mawon, y que Luis fue al colmado y le dio a comer galletica con arenque. 

Agrega, iba hasta por 7 días consecutivos a los diversos rituales del gagá, uno arrancaba el jueves y terminaba el domingo, regresando a la casa el lunes o el martes, fue una iniciada en la Cofradía y que a los dos años ya era reina, a igual que el artista José Duluc ya era mayor, también Roldán fue elegido en el batey La Ceja. Con añoranza recuerda que lo vivido era una relación de cofradía. Y que cree ellos tres junto a Zenaida, iniciaron las actividades de recaudación.

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