Último fallecido por Covid-19 en RD hace más de un año

Entre las buenas noticias seguimos incluyendo que las defunciones por Covid-19 se han mantenido en un nivel muy reducido. El último fallecimiento por causa del covid-19 fue notificado hace más de un año, el día 3 de agosto de 2022. Esta es la semana sucesiva número 56 sin notificaciones y la tasa de letalidad acumulada se encuentra en 0.65%, consolidada en niveles muy reducidos en el contexto mundial.

El número de casos activos de Covid-19 en esta última semana registró un ligero aumento, al pasar de pasar de 90 el martes de la semana pasada a 142 el día de ayer, lo cual puede haber ocurrido por el aumento de las pruebas realizadas. 

La baja concurrencia a los centros de vacunación sigue siendo de las noticias menos alentadoras. Conforme a las estadísticas oficiales publicadas en el portal “Vacunate RD”, cuyos datos más recientes corresponden al pasado domingo 3 de septiembre de 2023, la primera dosis de la vacuna contra el Covid-19 se la había puesto un total de 7,352,139 personas (incluyendo a menores de 5 a 11 años), equivalente al 89.2% de la población objetivo (12 y más años). La segunda se la habían colocado 6,114,473 personas, 74.1% de la población objetivo, las cuales completaron el esquema original de dos dosis. Por su parte, la tercera dosis de refuerzo se la pusieron 2,566,612 personas, equivalente al 31.1%. La comparación de la suma de las tres primeras dosis con el total registrado en el portal arroja una diferencia de 348,149, equivalente a 4.22% de la población objetivo, correspondiente a personas vacunadas con una cuarta dosis.

Respecto a la cantidad de dosis de vacunas recibidas y anunciadas por el gobierno a la prensa a su llegada, la cifra sigue estacionada en 23,656,150. Al realizar el análisis del balance entre la población inoculada y las dosis recibidas, se puede postular que se encuentran refrigeradas en almacén las segundas dosis para toda la población vacunada hasta ayer, con un potencial excedente en inventario de 6,385,260. Mediante esas posibles reservas se estarían asegurando las primeras y segundas dosis a la población pendiente de vacunación, con lo que el excedente en inventario se reduciría a 4,603,736 dosis, al que se deben restar 511,800 donadas a otros países, 354,000 que hace muchos meses se anunció vencieron y fueron destruidas y una cantidad aún no revelada que se habría vencido posterior a estas últimas. 

Cuando en el análisis del balance se incluye la tercera dosis sigue apareciendo un faltante de 1,072,553 dosis, pero seguimos con nuestra observación de que con la caída del ritmo de vacunación a las autoridades le emergieron dos problemas: i) qué hacer con el inventario de vacunas disponibles, donde hay nuevos lotes con alto riesgo de vencerse; ii) qué hacer con los lotes de vacunas contratados que aún no han llegado al país. En lo referente al primer problema, hace 63 semanas que las autoridades de salud informaron que estaban casi vencidos 3 millones de dosis y llamaron a la población a vacunarse; por el largo tiempo transcurrido esos millones de vacunas deben haber caducado, por lo que es muy importante que a la población se le informe sobre la cantidad y el destino de dichas dosis, así como también sobre la disponibilidad real en inventario. Respecto al segundo problema, hace muchos meses las autoridades comunicaron que habían negociado con algunos laboratorios el cambio de vacunas de Covid-19 por otras medicinas; con AstraZeneca se informó sobre la firma de una carta de entendimiento para que el monto presupuestario de los lotes de vacunas pendientes de entrega se reciba en medicinas para enfermedades crónicas y catastróficas; y en el caso de Pfizer, en el Congreso Nacional se trabajó en una enmienda para cambiar las vacunas de adultos por dosis para menores de edad, en cuyo marco llegó el último lote recibido de 300,000 dosis.

La concurrencia a los centros de vacunación en esta semana registró un descenso, cuando todavía 890,762 personas de 12 y más años no se han puesto ninguna dosis y 1,237,666 de las que se pusieron la primera, aún no se han puesto la segunda. Conforme a la evolución de ese proceso, la gran mayoría de la población pendiente de vacunarse no va a completar el esquema, por lo que se mantiene nuestra alerta de que podrían estar sujetas a mayor riesgo de contagio. A fin de minimizar esos riesgos, se mantiene nuestra recomendación de que vayan a vacunarse lo antes posible, lo que podría ayudar a seguir disminuyendo la tasa de positividad. Sigue vigente también nuestro llamado a las autoridades de salud a realizar una buena gestión de las vacunas aún no caducadas, cuyo inventario disponible no ha sido informado a la población.

El análisis de la evolución semanal del proceso de vacunación revela que el promedio diario de vacunados (en las tres primeras dosis), disminuyó de 614 en la semana previa a 554 en la actual. La disminución de la vacunación se registró en la segunda y tercera dosis, ya que en la primera aumentó de 241 y 245. En la segunda cayó de 280 a 221 y en la tercera de 93 a 88. 

En un escenario con una tasa de positividad descendiendo desde niveles bajos y con prácticamente todas las medidas de confinamiento desmontadas, para seguir logrando la disminución de los contagios se requiere la colaboración de la ciudadanía, que todavía no debe bajar la guardia con las medidas preventivas. En ese marco se mantienen vigentes nuestras recomendaciones de guardar una distancia física adecuada, el uso correcto de las mascarillas y el lavado frecuente de manos. En la población vulnerable y no vacunada seguimos con nuestra sugerencia de guardar mayores precauciones.

En esta entrega de hoy seguimos manteniendo nuestra reiterada observación de que el número de pruebas realizadas para la detección del Covid-19 hace muchos meses que se encuentra por debajo de los niveles recomendados para países como República Dominicana, que es de 6 mil por día. En esta semana el promedio diario de pruebas realizadas fue de 440, por lo que se mantiene nuestro llamado a las autoridades a dar facilidades a la población para su aumento, hasta que el país se consigan bajar los indicadores de contagio hasta niveles que permitan declarar erradicada la pandemia, tal como hemos visto ha ocurrido en varios países de la región.